El campeón invicto que luchaba con oseznos vuelve al octógono

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Cada luchador de la UFC tiene una historia detrás. La de Khabib Nurmagomedov (Daguestán, 1988) es digna de una película (o al menos undocupic). El actual campeón del peso ligero de la compañía de artes marciales mixtas (MMA) más importante del mundo tiene una personalidad cimentada en sus valores y experiencias, así como en su estrecha relación con su padre. El impoluto récord de victorias y derrotas de 28-0 es tanto desempeño de uno como respaldo de otro. Su próximo combate, el sábado 24 de octubre frente a Justin Gaethje, será el primero sin su padre respaldándole, pues falleció por coronavirus en el mes de julio.

Khabib Nurmagomedov no conoce la derrota en las MMA. Antes de desembarcar en la UFC logró 15 victorias en terreno ruso y una en Ucrania. Su padre, Abdulmanap Nurmagomedov, fue testigo de todas ellas in situ. Cuando Khabib firmó por la empresa estadounidense, siempre se denegó el visado a su progenitor, que no pudo visitar Estados Unidos, Brasil o Canadá, pero siguió cada uno de sus duelos por televisión… hasta que el UFC 242 se celebró en Abu-Dabi. Los Emiratos Árabes abrieron las puertas a un Abdulmanap y éste pudo celebrar la 28ª victoria de su hijo junto a él, en el octógono. “Sinceramente, no sé por qué tengo tantas cosas. Quiero dar gracias a dios y luego quiero dárselas a mi padre”, dijo Khabib mientras se abrazaba con su referente familiar y en la vida, tras hacer derrotado a Dustin Portier. En la foto con todo el equipo, le colocó el cinturón de campeón a su padre.

Desde bien pequeño, Khabib Nurmagomedov trabajó duro junto a su padre para llegar a convertirse en uno de los mejores peleadores de todos los tiempos. Con sólo nueve años tenía ya un potencial impresionante. Sus peleas contra oseznos, con los que entrenaba su wrestling se hicieron virales tan pronto como su nombre empezó a ganar peso en el mundo de las MMA. Antes de ello, Khabib se coronó en varias de las competiciones de grappling(una modalidad de lucha con ciertas similitudes con el jiu-jitsu) más importantes del mundo, se llevó varios títulos mundiales de sambo. Siempre bajo la atenta mirada y los entrenamientos de Abdulmanap, quien preparaba todo tipo de pruebas físicas para su hijo, haciéndole incluso nadar contracorriente en ríos con el agua a temperaturas relativamente extremas. No es de extrañar que tras la muerte de su padre, se llegase a rumorear que Khabib podría estar planteándose no volver a pelear jamás. Afortunadamente, por el bien de las MMA, no ha sido así.

Condicionado por la religión y el coronavirus

Desde la anterior pelea de Khabib Nurmagomedov hasta su defensa del título frente a Justin Gaethje ha pasado más de un año, obligando a que la UFC tuviese que tirar de campeones interinos para no bloquear la división de los pesos ligeros. Tras derrotar a Portier en septiembre de 2019, Khabib quiso tomarse un tiempo de descanso, avisando que no volvería a entrar en el octógono hasta pasados unos meses y siempre condicionado por elRamadán. Estamos hablando del noveno mes del calendario islámico y el mes del ayuno, la oración, la reflexión y la comunidad. En líneas generales, durante este periodo, el ayuno (alimentarios, bebidas, tabaco y relaciones sexuales) es obligatorio desde el amanecer hasta el ocaso, quedando exentos los enfermos crónicos, los musulmanes que estén viajando, los ancianos, las embarazadas, las mujeres en periodo de lactancia, los diabéticos o las mujeres en periodo de menstruación. Nurmagomedov, al igual que todos aquellos que no estén incluidos en estos grupos, cumple a rajatabla con uno de los Cinco Pilares del Islam, que en 2020 comenzó el 23 de abril y duró hasta el 23 de mayo.

“Durante el Ramadán paso tiempo con mi familia, con mis padres, voy a la mezquita, rezo y ayuno. Y por supuesto entreno, pero es difícil y peligroso porque durante el día no comes ni bebes y puedes lesionarte. Después del Ramadán necesito como 45 días para recuperarme. Somos atletas que competimos a un alto nivel y necesitamos un mes y medio para recuperarnos”, explicó el peleador en ESPN. La vuelta a la actividad se produjo en mitad de la pandemia mundial de coronavirus y al poco tiempo llegó la triste noticia del adiós de su padre. Motivos más que suficientes para que el campeón de la UFC haya ido posponiendo su retorno al octógono.