RÍO DE JANEIRO, BRASIL.– Al menos 64 personas, entre ellas presuntos narcotraficantes y varios policías, murieron este martes durante una vasta incursión de las fuerzas de seguridad en las favelas del Complexo do Alemão y Complexo da Penha, en el norte de la ciudad, en lo que las autoridades describieron como “la mayor operación en la historia de Río de Janeiro” contra el crimen organizado.
El gobernador Claudio Castro confirmó que participaron cerca de 2,500 efectivos de la Policía Militar, la Policía Civil y la Fuerza Nacional, apoyados con 32 vehículos blindados, helicópteros y drones. La ofensiva, iniciada en la madrugada, tenía como objetivo desmantelar las estructuras del Comando Vermelho (CV), una de las organizaciones criminales más poderosas del país.
“Lamentablemente, las muertes también han afectado a nuestros policías. Hay agentes caídos”, declaró Castro en conferencia de prensa, sin precisar el número de uniformados fallecidos. Fuentes del gobierno indicaron que al menos cuatro policías están entre las víctimas.
De acuerdo con reportes oficiales, 81 personas fueron detenidas durante la acción, que incluyó cateos simultáneos en decenas de puntos estratégicos donde se resguardaban miembros del CV. Las autoridades informaron que los delincuentes respondieron con fuego de fusiles, colocaron barricadas e incluso utilizaron drones con explosivos para obstaculizar el avance de los agentes.
Escenas de guerra en las favelas
Durante la jornada, las escuelas cerraron y se suspendieron servicios básicos en las zonas intervenidas. Residentes reportaron vehículos incendiados, calles bloqueadas y un ambiente de pánico generalizado. “Todo el mundo está aterrorizado”, relató una habitante del Complexo da Penha al diario O Globo.
El operativo dejó imágenes de blindados avanzando entre callejones estrechos y helicópteros sobrevolando las favelas mientras se registraban intensos tiroteos.
Críticas y peticiones de investigación
Diversas organizaciones de derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, demandaron una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias de las muertes y garantizar que se respeten los derechos de los civiles. “Las operaciones de seguridad no pueden convertirse en ejecuciones extrajudiciales”, señaló la entidad en un comunicado.
Este operativo supera en número de víctimas al registrado en 2021 en la favela de Jacarezinho, considerado hasta ahora el más letal en la historia reciente de Río, con 28 muertos.
Contexto de violencia crónica
Los complejos de Alemao y Penha son zonas dominadas por el Comando Vermelho, grupo dedicado al tráfico de drogas, armas y extorsión. Estas áreas concentran una población de más de 130 mil personas y han sido escenario frecuente de enfrentamientos entre bandas rivales y las fuerzas del orden.
Castro justificó la magnitud del despliegue afirmando que “Río enfrenta un nuevo tipo de crimen, una forma de narcoterrorismo que desafía al Estado”.
Un antes y un después
Con saldo de 64 muertos, 81 detenidos y múltiples heridos, el operativo marca un punto de inflexión en la estrategia de seguridad pública de Brasil. Si bien las autoridades celebran el golpe al crimen organizado, la alta cifra de víctimas reabre el debate sobre la militarización de la lucha contra el narcotráfico y el respeto a los derechos humanos en las favelas.
