Tampico, TAM.- Han transcurrido 31 días desde que la menor Gabita fue separada de manera ilegal y violenta de su madre, Gabriela Salazar, en un procedimiento que organizaciones civiles califican como irregular y marcado por presuntos actos de corrupción.
De acuerdo con testimonios y denuncias públicas, la jueza Roxana Ibarra Canul otorgó la custodia a Alejandro Ávila Limas, señalado como agresor físico, emocional y ahora vicario en contra de su expareja y de la propia niña. La diligencia fue ejecutada por el actuario del Juzgado Tercero de lo Familiar, Marco Antonio Hernández Paulín, acompañado de elementos de la Guardia Estatal y abogados del señalado.
Según el colectivo Mujer Manglar, que acompaña el caso, días después una jueza federal ordenó restituir de manera inmediata la patria potestad de la menor a su madre; sin embargo, el cumplimiento se retrasó varias horas en el Juzgado Tercero, lo que permitió que Ávila Limas huyera con la niña.
A cinco días de la desaparición de la menor, la situación se torna cada vez más crítica. Aunque se emitieron alerta migratoria y Alerta Amber, hasta el momento no se ha difundido la ficha oficial de búsqueda, lo que ha desatado cuestionamientos hacia la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas por presunta negligencia o incluso protección hacia Ávila Limas.
“¿Qué está esperando la Fiscalía? ¿Por qué tanta negligencia en contra de Gaby Salazar y su hija? ¿Cómo un simple dentista puede alcanzar tanto poder?”, expresaron integrantes del colectivo durante una manifestación pública.
La madre de la menor insiste en que su hija se encuentra en grave riesgo físico y emocional, y responsabiliza directamente a las autoridades estatales por la corrupción, negligencia e ineptitud que, asegura, han impedido su recuperación.
Organizaciones feministas y de derechos humanos exigen a las autoridades estatales y federales que se redoblen esfuerzos para localizar y restituir a la menor con su madre, así como una investigación exhaustiva sobre las actuaciones del Juzgado Tercero de lo Familiar.