Altamira, TAM.- La Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas descartó que las llamadas de extorsión denunciadas en algunos estados del país provengan del Centro de Sanciones de Altamira.
Juan Antonio Sánchez Ruiz, subsecretario de los CEDES en Tamaulipas, explicó que en lo que va de la actual administración estatal, durante las inspecciones aleatorias y sorpresivas realizadas en conjunto con la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Estatal, no se han detectado dispositivos móviles en poder de los internos.
“Como les comentaba, ustedes conocieron al ingeniero encargado del mantenimiento de los 10 inhibidores de señal de telefonía celular, los cuales requieren actualización cada seis meses. Cuando pedimos a las compañías de telefonía móvil información sobre el origen de llamadas, únicamente señalan la antena más cercana al penal. Aquí tenemos tres: una a 1.6 kilómetros, otra a 1 kilómetro y una más a 600 metros. Cada una cubre un radio promedio de entre 800 metros y 1 kilómetro, por lo que solo indican el perímetro de origen, pero no las coordenadas exactas”, detalló.
Sánchez Ruiz subrayó que la delincuencia organizada busca ubicarse en las cercanías de los penales para realizar las llamadas y que estas se atribuyan a los internos.
“Cualquier llamada que salga desde este perímetro será atribuida al CEDES de Altamira, aunque en realidad se trate de personas ajenas a los PPLs”, precisó.
Por su parte, Jorge Peralta, director de SoloTechnology, informó que el mantenimiento de los 10 inhibidores instalados en el penal se realiza de manera semestral para garantizar su funcionamiento.
“Una vez que se cruza el área de revisión con los detectores de mano y arcos de metal, se pierde la conexión a internet y se bloquea la señal. La última actualización fue hoy. Cuando esta administración estatal inició, los inhibidores que existían estaban fuera de servicio; ante ello, el gobernador Américo Villarreal Anaya ordenó la compra de 40 nuevos dispositivos, distribuidos en los cinco penales que opera el estado”, señaló.
La función de los inhibidores de señal es bloquear o interferir las frecuencias de radio que utilizan los teléfonos móviles, lo que impide la comunicación con la red celular y desactiva la posibilidad de realizar o recibir llamadas y datos dentro del centro penitenciario.