César Augusto Verástegui Ostos, más conocido como el Truko, ya no tiene pena. Después de perder la elección contra Américo Villarreal Anaya y de llegar por la vía plurinominal al Congreso de la Unión con el disfraz de diputado federal, el Truko ensilló de nuevo, apretó la cincha y se lanzó a muerte súbita.
Sus fieles ahora le dicen “súper Truko”, porque de frente y sin rodeos ha dicho por los patios del sur que quiere ser presidente del PAN en Tamaulipas, y ya anda con la mira puesta en reunir de nuevo a los jinetes blanquiazules dispersos y tomar las riendas. Los trukistas saben perfectamente que si se le cierra la puerta, se acaba su corrido, pero sus huestes no cabalgan con la idea de la derrota; se sienten en plena faena, montados en la experiencia de un diputado que ya probó el ruedo electoral y que conoce la monta difícil de aquellos años de cuando era oposición, desde nantes cuando el PRI dominaba con la camisa tricolor, y ahora, que parece son los mismos de siempre pero usando otra camisola.
Los panistas que cabalgan junto al Truko aguardan el banderazo de la convocatoria para lanzarse con todo ALV, en busca de la dirigencia estatal y luego, en 2027, desafiar la contienda intermedia de Claudia Sheinbaum, para que después el PAN pueda pelear la gubernatura. No habrá mañana; Al límite de la vergüenza —ALV— es ganar o ganar en 2025 para tomar la presidencia del partido, y así, el Truko se alista para tres montas continuas y muy peligrosas, en las que un resbalón significaría caer del caballo sin oportunidad de revancha.
Pero primero el uno y luego el dos… La convocatoria y, si el destino así lo marca, ni hablar, a cabalgar hombro a hombro con una mujer panista para que sea ella quien asuma la presidencia, mientras tanto seguir a trote sin descanso, reforzando y reavivando liderazgos municipales. Así lo dicen sus escuderos, que no se espantan, al contrario, como potros briosos bajo el sol de verano, sienten el espuelazo y aceleran el galope rumbo a la contienda.
En la intimidad… La Fiscalía General de la República, a través de su Fiscalía Especializada de Control Regional en Tamaulipas, logró la vinculación a proceso contra Jareth Roberto “H”, probable responsable del homicidio del Fiscal Federal en Tamaulipas, Ernesto Cuitláhuac Vásquez Reyna.
Su captura ocurrió en Reynosa, en plena faena, sorprendido con armas largas, cargadores, cartuchos y droga. Fue un trabajo en conjunto con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Federal y las Fuerzas Armadas, que acorralaron al objetivo hasta ponerle el lazo.
En la audiencia, el Juez de Control validó la detención y ordenó su prisión preventiva en el Centro Federal de Reinserción Social No.1 Altiplano, con cuatro meses para la investigación complementaria. Un encierro firme, como potro chúcaro en corral de alta seguridad.
Pero en el sentir del pueblo queda la estampa de un operativo con olor a inteligencia fina: seguimiento preciso de la víctima, conocimiento de sus rutas, de sus tiempos muertos y de cada rodeo que daba. Un golpe de sicarios curtidos, con la misma frialdad con la que en su momento se ejecutó a Rodolfo Torre Cantú, aunque el fiscal no gozaba de la misma popularidad. Un episodio de la violencia tamaulipeca que, como tropel en la madrugada, deja huella profunda en la arena.
moc.liamtoh @tsonalletsacdivad
@dect1608