Nuevo Laredo, Tam.- Un operativo de revisión que parecía rutinario terminó por detonar un fuerte escándalo en Nuevo Laredo, Tamaulipas, luego de que un joven denunciara en tiempo real haber sido víctima de un presunto robo cometido por elementos del Ejército Mexicano.
De acuerdo con la denuncia, los soldados habrían quitado al afectado 50 mil pesos en efectivo, mil dólares y varios teléfonos celulares. El joven, hijo del empresario Miguel Ríos, decidió no quedarse callado: persiguió al convoy militar y documentó todo a través de una transmisión en vivo, lo que provocó indignación inmediata entre la población.
Vecinos y automovilistas se organizaron para cerrar el paso a las unidades castrenses en plena vía pública y exigir la devolución de lo sustraído. Ante la presión ciudadana, los uniformados entregaron parte del dinero, aunque no en su totalidad: devolvieron mil dólares y apenas dos mil pesos, mientras que el resto, según dijeron, estaría en manos de otro grupo de soldados.
La situación escaló rápidamente, obligando a mandos de alto nivel de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a acudir al lugar para calmar la protesta y evitar enfrentamientos.
El padre de la víctima anunció que interpondrá una denuncia formal por abuso de autoridad y robo. Entre tanto, las imágenes del momento se viralizaron, generando una ola de reacciones en redes sociales y dejando en evidencia un inusual acto de resistencia civil en defensa de los derechos de un ciudadano.
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