Se le revelan pueblovejenses a la alcaldesa ante caprichos

Pueblo Viejo, Ver.- La presidenta municipal de Pueblo Viejo, Veracruz, Valeria Nieto Reynoso, convocó a una asamblea en plaza pública, al más puro estilo de la 4T, y desde antes de iniciar esa actividad en unas canchas deportivas de esa población, comenzó la división y confrontación entre dos grupos.

Uno era el que ocupaba las sillas de enfrente: los oficialistas, del gobierno pueblovejense, y el otro lo conformaban los opositores, que se hallaban en el graderío y distribuidos a nivel de cancha, con pancartas donde se leía su negativa a un proyecto que, se aseguró por parte de ellos, los perjudicaría.

Eran pescadores cooperativistas y sus familias, que como mínimo son doscientas, según palabras de la propia presidenta, pero que Gabriel Escalante, presidente de una de las 4 cooperativas pesqueras que hay ahí, en la localidad, afirma se cuentan en más de un millar.

La organización y logística de tal reunión al aire libre estuvo a cargo de la autoridad municipal, y era para presentar y poner a votación, con mano alzada, el seguir adelante con las obras de transformación turística de la Laguna de Pueblo Viejo, y que consisten en construir un puente y un embarcadero en la isleta que está rodeada por la zona de captura pesquera, o bien dejarlas sin concluir, como exigen los pescadores.

Y la consulta popular que tenía como objetivo conocer la opinión del pueblo, en su concepto de la población o habitantes de esta localidad norveracruzana, no empezó ni terminó bien, ya que el enfrentamiento llegó hasta la tarima donde hablaba la primera autoridad, que desde los minutos iniciales tomó partido y demeritó a los opositores.

Esto, a pesar de que ella, en todo momento repetía la frase «con el pueblo todo, sin el pueblo nada», de Andrés Manuel López Obrador, al que citó varias veces como el presidente, sin siquiera acordarse de la actual presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, y aunque pidió no politizar ese acto oficial, fue la misma presidenta municipal quien acabó hablando de política: señaló, con todas sus letras, al partido Movimiento Ciudadano.

Lo hizo en los instantes previos al momento en que ella reventó esa consulta popular: tras haber suavizado su tono de debate y optar por lamentarse de que los opositores ahí presentes no le permitieran ni exponer el plan para continuar la obra turística, a la que se refirió como un paraíso, pidió a un pescador ocupar un lugar en ese templete y tomar el micrófono.

Y quien le tomó la palabra fue el líder cooperativista pesquero Gabriel Escalante, que antes de hablar aclaró que se dirigía a ella con respeto, como presidenta municipal, pero que de antemano le aclaraba que no aceptarían su proyecto porque afectaría tanto a su actividad productiva como a sus familias.

El dirigente de los pescadores se puso entonces a exhibir a más de una persona ubicada ahí como simpatizante de la alcaldesa, uno empleado municipal y otro el esposo de ella, quien tomó el micrófono para hablar a favor de la autoridad no sin antes recibir un reclamo: «¿dónde está el hospital (que prometió en su momento)?», le preguntaron.

No pudiendo contenerse, Valeria declaró que ella mejor se iría, y lo hizo después de haber acusado a Escalante de recibir una lancha y dos motores de Movimiento Ciudadano: lo hizo a gritos, y dejó a medias su propia consulta a mano alzada, ya que no preguntó quién estaba en contra, cuando sí lo había hecho para pedir que los que estaban a favor levantaran sus manos.

Así, no habiendo acuerdo y con la presencia de la policía municipal fuertemente armada, la reunión se dispersó a media tarde y sin haber durado siquiera media hora desde el momento en que inició su exposición Valeria Nieto.