Tampico, Tam.- Ante la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, crece la incertidumbre por el futuro de la población migrante, por lo que la autoridad y la misma sociedad deberán de asumir el panorama de brindar el auxilio necesario a quienes se queden varados en suelo mexicano una vez que hayan sido repatriados o no lograron el sueño americano.
Así lo manifestó el Obispo de la Diócesis de Tampico, Jose Armando Álvarez Cano quien agregó que la migración en el pueblo de México y países latinoamericanos es por el rezago en el desarrollo social, la inseguridad y porque buscan un mejor futuro para sus hijos.
“Se espera un panorama muy difícil en la frontera especialmente ahora y creo que todo esto nos duele y recae en nosotros, por estar muy pegados con Estados Unidos, todos debemos de estar preparados para acoger un poco a los migrantes que puedan venir e integrarlos a nuestra sociedad y pedir a Dios y al Espíritu Santo para que los ilumine tanto a ellos como a nuestros gobernantes».
El prelado destacó que los hermanos en la fe mexicanos y en general los latinos están realizando labores muy pesadas cuando encuentran dónde trabajar en el país del norte, pero al mismo tiempo deben mantenerse ocultos de las autoridades migratorias y hasta del asedio de quienes, por acusaciones oficiales sin pruebas, los ven como peligrosos delincuentes cuando la inmensa mayoría es gente trabajadora que aspira a lograr un mejor horizonte para sus familias.

