La seguridad pública no siempre se mide en patrullas, sirenas y protocolos estrictos. En ocasiones, es también la cercanía, el apoyo en momentos de vulnerabilidad, y la humanidad de quienes están llamados a velar por el bienestar de la comunidad. Un claro ejemplo de esto lo brindó recientemente la Guardia Estatal de Género, que en el marco del “Plan Tamaulipas”, realizó una acción de gran calidez y solidaridad en el Hospital General “Dr. Carlos Canseco” de Tampico.
El gesto fue simple pero profundamente significativo: personal de la Guardia Estatal de Género entregó alimentos y bebidas calientes a los pacientes y acompañantes que se encontraban en la sala de espera del hospital. A menudo, la rutina hospitalaria puede resultar agotadora, especialmente cuando las personas se ven obligadas a esperar por horas, a veces sin tener acceso a lo más básico. En ese contexto, el apoyo humanitario ofrecido por los elementos de seguridad fue un respiro para muchos.
Lo más destacable de esta acción no fue solo el gesto de ofrecer un plato caliente, sino el enfoque integral que mostró la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas (SSPT) dentro del “Plan Tamaulipas”. Esta estrategia no se limita a la respuesta ante emergencias naturales, sino que también se orienta hacia la proximidad y el apoyo directo a los ciudadanos en situaciones vulnerables.
Los agentes de la Guardia Estatal no solo entregaron comida, sino que extendieron la mano de manera proactiva al invitar a quienes lo necesitaban a comunicarse con los números de emergencia 911 y 089, brindando la posibilidad de solicitar apoyo para el traslado a un albergue si fuera necesario.
Esta acción demuestra que el concepto de seguridad puede y debe ir más allá de la prevención del delito, tocando también el ámbito de la atención integral a las necesidades humanas en momentos de crisis.
Es cierto que la imagen de un policía suele asociarse con el orden y la autoridad, pero la verdadera esencia de la seguridad pública también está en el cuidado y el apoyo cuando la ciudadanía más lo necesita. En este caso, la Guardia Estatal de Género no solo cumplió con su tarea de garantizar el orden, sino que también demostró que la protección de las personas se extiende a sus necesidades más básicas.
En la intimidad… Mientras el gobierno y las fuerzas de seguridad realizan su labor en el ámbito público, son muchas las iniciativas de la sociedad civil que también contribuyen de manera significativa al bienestar común.
Un ejemplo destacado es la labor de la Fundación “Carlos L. Dorantes del Rosal”, que ha mantenido un compromiso constante con las comunidades de Tampico, Altamira y Ciudad Madero.
Recientemente, esta fundación ha llevado a cabo importantes entregas de ayuda a los sistemas DIF de los tres municipios. En su última jornada, se distribuyeron frazadas y despensas a familias de escasos recursos, en especial a aquellas que enfrentan situaciones de vulnerabilidad debido a las condiciones climáticas.
Estos valiosos actos de generosidad reflejan una profunda solidaridad hacia los más necesitados y demuestran que la ayuda no siempre proviene de los grandes organismos, sino que también la sociedad civil puede ser una fuente vital de apoyo en momentos de adversidad.
La Fundación “Carlos L. Dorantes del Rosal” es un ejemplo de cómo las iniciativas privadas pueden jugar un papel esencial en la construcción de una sociedad más solidaria y humana, en la que todos, desde diferentes frentes, colaboren para garantizar el bienestar común.
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