Tampico, TAM.- Con el rostro cansado, la mirada triste y con mucho frío, llegó hoy al refugio temporal de Tampico, Don Efraín López Arévalo, un hombre de 60 años originario deChiapas, que por la delincuencia organizada huyó de su ciudad al despojarlo de sus tierras y vino a buscar una nueva vida en el sur de Tamaulipas.
El pasado mes de noviembre dejó su comunidad Chulum de Palmas, ubicada en el municipio de Tila en el estado chiapaneco en el sur del país, llegó a Tampico acompañado de su hija quien padece algún tipo de cáncer y que apenas la semana pasada emprendió la huida junto a su esposo a Tijuana, Baja California con la idea de cruzar a Estados Unidos en busca del sueño americano, mientras que él decidió quedarse aquí, solo, sin hogar, sin familia alguna.
“Nos venimos porque los carteles nos están despojando de nuestras tierras muchos se van a Guatemala yo decidí venirme a Tampico, soy mexicano, estoy en una situación con una de mi hija tiene cáncer vino su marido y se la acaba de llevar a la frontera a Tijuana, yo me quedé solo aquí pero vengo a echarle ganas”, dijo mientras se frotaba las manos para calmar el frío.
Sentado en una de las sillas que hay en el albergue en las ex oficinas del Instituto Nacional de Migración, nos platicaba que llegó al sur del estado en noviembre del 2024 y al refugio apenas hoy pues un vigilante de la Central de Autobuses de Tampico, le dijo del lugar, ya que el señor Efraín dormía en la terminal terrestre desde el día que vino a cambiar su suerte a esta ciudad de las jaibas.
“Llegué aquí, no tengo a nadie aquí, yo quiero aquí establecerme, buscar un trabajo, un lugar fijo donde estar, es una necesidad que tengo hoy en día”, en un tono bajo y entrecortado lo manifestó.
Agregó que “en la sierra trabajaba en el corte de café y maíz y cuando no había siembra, bajaba al pueblo a desempeñarse como pintor automotriz o se iba a Villahermosa, Tabasco a buscar una oportunidad en la soldadura”.
Por lo pronto hoy Efraín dormirá en una cama después de hacerlo en el piso por unos 70 días, tendrá una cobija, alimento caliente, un baño, atención médica y de barbería, ya que pase el frente frío número 21, perderá estos privilegios que hoy el ayuntamiento de Tampico ofrece a las personas que no tienen donde resguardarse de las bajas temperaturas y tendrá que volver a la calle y continuar con sus ganas de salir adelante en una de las tierras más cálidas, tanto por su calor humano como sus calores de verano.