Altamira honra a sus angelitos y ancestros con tradición y amor en Día de Muertos

En Altamira, las tradiciones de Día de Muertos no solo perduran, sino que laten con fuerza en el corazón de cada familia. Este 1 de noviembre, como es costumbre en la región huasteca, cientos de familias se prepararon para visitar y recordar a quienes partieron siendo niños, aquellos que aún son recordados como “angelitos”. Para este fin de semana, se espera la llegada de más de 10 mil personas a los diversos cementerios municipales y ejidales, donde el amor y el recuerdo se mezclan en un ambiente lleno de color y sentimiento.

En esta tierra, se cree que desde el 28 de octubre las almas regresan para acompañar a sus seres queridos. Cada día tiene un significado especial: el 28 se dedica a las almas que partieron en circunstancias trágicas; el 30 y 31 de octubre a los bebés y niños que no llegaron a recibir el bautismo; y el 1 de noviembre, a los pequeños bautizados, quienes son recibidos con juguetes, dulces y música, entre flores y fotografías que les hablan de cariño eterno.

El 2 de noviembre es el día en que se honra a los adultos, aquellos abuelos, padres y amigos que, aunque ausentes físicamente, siguen presentes en cada altar. Con ofrendas de cempasúchil, papel picado y sus platillos favoritos, las familias altamirenses recuerdan sus sonrisas y los momentos compartidos. Muchos llevan comida, flores, e incluso mariachis, para celebrar la vida y el amor que, dicen, nunca se apaga.

En Altamira, se realizarán misas para honrar a los difuntos: en la zona centro a las 11 de la mañana; en Jardines de la Pedrera a las 2 de la tarde; y en el cementerio Benito Juárez a las 4 de la tarde. Cada uno de estos momentos será una oportunidad para compartir, en silencio o en música, el profundo amor que sigue vivo en el recuerdo de quienes partieron.