Nueva York, EE.UU. – Hetty Green, conocida como “la Bruja Malvada de Wall Street”, fue una figura emblemática de la Edad Dorada en Estados Unidos. Aunque su fortuna superaba los 2,300 millones de dólares actuales, su nombre se asocia a un extremo sentido de la avaricia, por lo que fue inscrita en el Libro Guinness de los Récords como “la persona más tacaña del mundo”.
Nacida en 1835, Hetty fue la única hija de un próspero hombre de negocios, de quien heredó 7.5 millones de dólares. Desde joven, se trasladó a Nueva York y comenzó a invertir en Wall Street, ganándose rápidamente la reputación de mujer fría y calculadora. A pesar de su riqueza, Hetty llevaba una vida austera y llena de hábitos frugales, como remendar su ropa interior desde los 16 años y negarse a comprar ropa nueva.
Su matrimonio con un millonario no cambió su estilo de vida: continuaba recogiendo restos de pastel y galletas en las tiendas, e incluso exigía huesos gratis para su perro. Según relatos, Hetty vivía con un único vestido negro que usaba hasta que estaba completamente desgastado y prefería alimentarse de un pastel que costaba tan solo dos centavos. Su fama de tacaña alcanzó un punto crítico cuando su hijo sufrió una fractura en la pierna; ella retrasó el tratamiento en busca de atención gratuita, lo cual resultó en la amputación de la extremidad.
En 1916, a los 81 años, Hetty falleció tras sufrir un derrame cerebral, presuntamente causado por una discusión con su sirvienta, quien le había pedido un aumento de sueldo. Tras su muerte, sus hijos, en contraste, usaron la herencia con generosidad: su hija, por ejemplo, financió la construcción de un hospital gratuito en honor a la fortuna familiar.
Hetty Green, la mujer que amaba el dinero con una intensidad tan feroz como su aversión a gastarlo, sigue siendo un ícono peculiar del extremo ahorro y la contradicción de la riqueza.