Además del valor intrínseco que tienen los nombramientos que se anunciaron en el gobierno de Tamaulipas, que tendrán vigencia a partir del primero de octubre, me parece que hay un plus en los anuncios de los cargos que se darán a Héctor Romero Lecanda y Humberto Prieto Herrera.
Él neolaredense Hector Romero asumirá la titularidad del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, dependencia degradada a la denominación de «Cultura» en los tiempos del vacato, que sigue sin homologarse a rango de Secretaria, como existe en el gobierno federal desde el inicio del primer gobierno de morena.
Él reynosense Humberto Prieto será el presidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, por lo que es correcto decir que desempeñará un cargo en el gobierno, aunque en el Poder Legislativo.
Digo que además de los méritos y/o los buenos augurios en relación a su desempeño en el cargo que están por estrenar, sus nombramientos, de ambos, tienen la virtud de darle una mayor representación regional al equipo que gobierna con el doctor Américo Villarreal, en el que abundan los funcionarios oriundos de la capital del Estado.
Es complicado gobernar un Estado con la población tan dispersa como Tamaulipas, que además presenta una gran diversidad de intereses, climas, actividades económicasy costumbres. Y es más complicado si no cuentas con colaboradores cercanos y confiables con los que puedas indagar, consultar, pedir referencias y contrastar la información que tienes.
Opino que tener colaboradores e interlocutores de todas las regiones y municipios, ayuda mucho en la toma de desiciones. Recuerdo que en alguna ocasión me platicó el Ing. Humberto Valdéz Richaud, alias El Betico, que el gobernador (Yarrington) solía convocar a tres o cuatro reynosenses (Amira Gómez, Oscar Luebbert, el propio Betico y otro que escapa a mi memoria) para escuchar sus opiniones, antes de definir asuntos que afectaban o involucraban a Reynosa.
El método simple de escuchar a los cercanos, me parece superior a tomar acciones y resolver asuntos de manera unilateral o con solo una opinión, necesariamente interesada, como ocurre con cualquier actor político. Por eso me parece que se enriquece el gobierno del Estado al otorgar responsabilidades de primer nivel a funcionarios de todos los rincones de la geografía tamaulipeca.
Esperemos que sea muy exitosa la tarea que realicen los fronterizos convocados al gobierno,