Nuevo Laredo, Tamaulipas, 27 de agosto de 2024 – La tarde de este martes 27 de agosto, una breve pero intensa lluvia volvió a poner en evidencia las deficiencias del sistema de drenaje pluvial en Nuevo Laredo. A pesar de las supuestas millonarias inversiones que el Gobierno Municipal, presidido por Carmen Lilia Canturosas, ha asegurado haber realizado en obras de drenaje, las calles de la ciudad se inundaron con la lluvia, creando caos y dificultades para los ciudadanos.
Las precipitaciones pluviales provocaron que vialidades clave como Municipio Libre y Lago de Chapala, al sur de la ciudad, se volvieran intransitables. Este inconveniente coincidió con el momento en que los estudiantes salían de sus clases, quienes se vieron obligados a permanecer en los planteles debido a las calles repletas de agua.
Videos compartidos en redes sociales documentaron cómo el agua se estancó en diversas áreas en lugar de drenarse adecuadamente. Un ejemplo claro es el nuevo canal pluvial ubicado entre Municipio Libre y Lago de Chapala, en la avenida Laguna Madre. A pesar de ser una obra reciente, el canal presentaba agua estancada de lluvias anteriores, funcionando más como una alberca que como un desagüe eficiente.
Los problemas también se hicieron evidentes en el CBTIS 137, donde muchos estudiantes optaron por quedarse en el plantel por temor a que sus vehículos quedaran atrapados en las calles inundadas. «Luego quién nos repara los autos. Nadie nos va a ayudar», expresó un padre de familia preocupado por la situación.
En otras partes de la ciudad, como en la avenida Reforma y Fidel Velázquez, tanto alumnos como docentes enfrentaron la misma dificultad al intentar salir de sus instituciones educativas. La situación no fue diferente en la Calzada de los Héroes y Eva Sámano, donde el recién inaugurado puente vehicular también quedó anegado por la lluvia.
Estos episodios de inundación recurrentes reflejan una vez más la necesidad urgente de un sistema de desagüe más efectivo. Cada lluvia se convierte en un desafío para los habitantes de Nuevo Laredo, evidenciando la falta de soluciones duraderas a un problema que afecta diariamente la vida urbana. A pesar de las promesas y las inversiones millonarias, la ciudad sigue esperando respuestas que garanticen calles transitables y seguras en condiciones meteorológicas adversas.