La farsa del apoyo educativo en Nuevo Laredo: La realidad de una escuela en condiciones deplorables

Nuevo Laredo, Tamaulipas, 26 de agosto de 2024.— El regreso a clases de este lunes 26 de agosto pone en evidencia la preocupante brecha entre las palabras y la realidad en la administración de Carmen Lilia Canturosas. En la colonia Praderas del Mezquital, específicamente en la escuelita de Los Artistas, la situación que enfrentan los niños refleja una desconexión alarmante entre los discursos oficiales y las condiciones reales del sistema educativo local.

Los 47 estudiantes de esta escuela inician su ciclo escolar bajo carpas improvisadas, expuestos a temperaturas extremas y a los riesgos que conlleva el entorno no adecuado para un centro educativo. Las carpas, que apenas ofrecen un refugio rudimentario del sol y la lluvia, están situadas en un terreno lleno de maleza y con un peligro latente de encuentros con víboras, alacranes y otros animales venenosos. Los niños y niñas, entre los que se encuentra un pequeño con uniforme de administraciones pasadas, comienzan su año escolar en un salón que solo cuenta con dos paredes y techos de lona.

El contraste es aún más abrumador si se considera que Carmen Lilia Canturosas ha priorizado la atención a estudiantes norteamericanos residentes en Nuevo Laredo que asisten a escuelas privadas en Laredo, Texas, donde el costo anual de colegiatura supera los 200 mil pesos. La presidenta municipal ha ordenado la provisión de exámenes médicos para estos estudiantes, mientras que las demandas de los padres y la comunidad educativa de la escuelita de Los Artistas siguen sin respuesta.

La situación en la escuelita es una llamada de atención que revela la falta de compromiso real con la educación en los sectores más necesitados. Aunque la presidenta ha afirmado en varias ocasiones que apoya a la educación, la falta de infraestructura básica y de recursos adecuados en esta escuela contradice sus declaraciones. A pesar de las numerosas peticiones de apoyo y de las propuestas para construir un aula digna, la administración local ha hecho caso omiso, dejando a los niños de esta comunidad en condiciones lamentables.

En palabras de Marlene Canales, madre de familia: “Estamos batallando aquí, pues ya está viendo que están debajo de la lona con calores, con fríos, con lluvias y pues aquí es donde le pedimos a la presidenta que nos ayude a hacer la escuela. No pedimos mucho, ya tenemos medias paredes levantadas; queremos que nos ayude a levantarla para que los niños tengan clases dignas de recibir y puedan salir adelante.”

Por su parte, Nicasio Cedillo, otro padre de familia, expresó su frustración: “Hemos estado aquí todos los padres de familia pidiendo ayuda. Prácticamente nos da coraje, nos da tristeza a veces como padres de familia, pero hemos estado todos luchando para que nos ayuden y no nos han ayudado. Esperemos que en esta vez seamos escuchados.”

Efraín de la Cruz Manuel, director y maestro de la escuelita, hizo un llamado a la ciudadanía: “Yo invito a la ciudadanía en general para que se apoyen y se sumen a apoyarnos en este proyecto. El Gobierno Municipal dice que no le corresponde, pero el bienestar de estos niños debería ser una prioridad para todos.”

Mientras la presidenta Canturosas inaugurará una nueva entrega de útiles escolares en una escuela de mayor nivel en la colonia Arquímedes Caballero, los niños de la escuelita de Los Artistas seguirán lidiando con un entorno educativo que no solo es inadecuado, sino potencialmente peligroso. La ausencia de un edificio cerrado y seguro deja a los estudiantes a merced de las inclemencias del tiempo y los riesgos ambientales.

La discrepancia entre las promesas oficiales y la realidad tangible en la escuelita de Los Artistas es un claro ejemplo de cómo la simulación de apoyo a la educación puede ser utilizada para justificar gastos millonarios sin un impacto real en quienes más lo necesitan.

Es imperativo que las autoridades competentes tomen acción inmediata para corregir esta desigualdad y proporcionar a todos los niños de Nuevo Laredo el entorno educativo digno y seguro que merecen.