En la congregación el Corcovado
Pánuco, Ver. – La prolongada sequía que se extendió por casi 10 años, acabo con alrededor de 350 reses de pequeños productores de la congregación Corcovado; actualmente se recuperan lentamente.
Manuel Garibay Rodriguez, agente municipal de esta región rural integrada por 10 pequeñas comunidades, dio a conocer que se vivió un panorama desolador ante la falta de agua y alimento para el hato ganadero.
Explico que uno de casos más dramáticos fue el de uno de los productores de la congregación que perdió un total de 150 semovientes, lo que le generó pérdidas económicas muy considerables.
Detalló que favorablemente ese productor cuenta con mucho terreno para el ganado, pero con la sequía no había siquiera un 1 metro donde los animales pudieran pastar y alimentarse y sin agua el problema se vino de golpe, pues los animales se enflacaron tan rápido que no tuvo la oportunidad de rescatarlos.
Refirió que otros productores tuvieron casos en los que perdieron 7, 8, o 10 de sus bestias; las que pudieron salvarlas terminaron malbaratando incluso llegaron a venderlas a 2000 o 2500 pesos a taqueros, cuando una res bien alimentada puede valer hasta 21,000 o 25,000 pesos, lo que da una idea de que las pérdidas económicas fueron muy graves.
MUCHO PASTO Y AGUA PERO NO HAY RESES
Garibay Rodríguez dijo
que actualmente y por fortuna se tienen excelente niveles de agua en las presas, la Laguna la Tortuga antes seca casi en su totalidad, está llena, los pastos se han recuperado, pero lo irónico y triste es que no hay reses, porque muchas murieron.
Señaló que el proceso de recuperación para los pequeños productores será lento y complicado, pues muchos se quedaron sin dinero ya que la actividad económica colapsó con la situación de la sequía y apenas tenían lo suficiente para alimentar a sus familias.
Por L.C.C. Francisco Javier Díaz