De manera simbólica colocan una cruz en el pronunciado hoyanco
Pueblo Viejo, Ver. – Por las pésimas condiciones en que se encuentran un tramo de la carretera federal Tampico – Tuxpan ubicado entre los municipios de Pueblo Viejo y Tampico Alto, donde existe un enorme bache, la población exige a las autoridades correspondientes para que la rehabiliten.
El comerciante, Juan Orozco Zarate, quien la mañana de este jueves colocó en este punto donde se ubica el bache una cruz en señal de inconformidad, tomó esta acción, por las condiciones en que se encuentra la cinta asfáltica.
Dijo que no es justo es que esté en deplorables condiciones este tramo de rúa, en donde han ocurrido diversos accidentes, ya que los operadores de unidades motrices pierden el control del volante al esquivar este enorme hoyanco.
De igual forma dijo que este sector se cobra peaje, y no existen recursos para que las autoridades de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) lleven a cabo trabajos de rehabilitación de la carretera, que es una de las de mayor circulación, y que conecta al sur de Tamaulipas con el norte de Veracruz.
El enfadado comerciante de manera simbólica colocó una cruz en el lugar en donde se encuentra este bache, que se formó en este punto y alzó la voz en señal de protesta y en representación de la ciudadanía, para que se tomen cartas en el asunto y vean la posibilidad de mejorar las condiciones de las carreteras.
Dijo que las condiciones de las carpetas de rodamiento en esta zona del norte de Veracruz son un peligro de muerte; por lo cual se exponen sobre manera al circular en este tramo, pues
están jugando con la vida de la sociedad, ya que de un momento a otro pueden ocurrir percances carreteros que después se lamentarían.
Por ello lanzo un llamado a las autoridades correspondientes, para que atiendan la problemática.
Hizo mención sobre lo que ingresa por el cobro de caseta, ya que este dinero puede ser destinado para estos trabajos a la brevedad posible, ya que el bache se ubica sobre el carril de alta en dirección norte a sur.
Por L.C.C. Francisco Javier Díaz