Altamira, Tam.-
«En mole, tamales, chicharrones, guisados, fritos, son muy sabrosos los cocodrilos, su carne es muy parecida al catán y es ya una tradición en esta parte de Tamaulipas», dijo Victor Javier Pérez Cruz, pescador deportivo y jubilado del Cuerpo de Bomberos de Altamira, al señalar que es importante que se reformen las normas que los protegen a fin de controlar la población de esta especie en el sur de la entidad tamaulipeca.
Señala que el sur de la entidad está infestado de cocodrilos y en esta temporada de lluvias y aumento de niveles, los cocodrilos tienden a salir de su hábitat, internándose en las colonias, lo que representa un importante riesgo para la población, animales de corral y mascotas.
Pérez Cruz, menciona que la carne de cocodrilo es muy rica, sobre todo en vitaminas y proteínas. Además, la piel se utiliza para fabricar cinturones, calzado y bolsas. Sus vísceras tienen usos medicinales, así como sus pulmones.
«Se puede cocinar frito, en mole, en chicharrones, adobo. Es muy sabrosa la carne, es parecida al catán», afirma.
Manifiesta que hay caza de estos reptiles, y su carne se comercializa entre los 50 y 80 pesos el kilo, dependiendo las partes del animal, «la cola y el costillar es lo más sabroso».
El pescador sugiere que al modificarse las normas, se podría regular esta especie, ya que el sur de Tamaulipas está infestado de saurios.
Además, se disminuirían los riesgos de ataques, los cuales, como todos saben, han causado muertes, especialmente en Tampico. «Ahora es común verlos deambular muy cerca de los canales y lagunas. Incluso, se han internado a través del río Pánuco hasta la Playa de Miramar», añade.
También propone permitir la crianza de esta especie a través de las Unidades de Manejo Ambiental para su uso.
De no actuar rápidamente, las autoridades de la Profepa, SEMARNAT y otras correspondientes se enfrentarán a un problema aún más serio de sobrepoblación en el sur.
