A pesar de las precipitaciones de los últimos días, las presas ubicadas en la zona rural de Altamira no lograron captar suficiente agua, lo que las mantiene entre un 20 y 30 por ciento de su capacidad, informó el regidor Irving Montes Rosales.
Los campesinos aseguran que con lo poco que se llenaron las presas, el agua podría durar entre 30 y 40 días como máximo. Sin embargo, esperan que las condiciones cambien durante la presente temporada de huracanes, con la presencia de disturbios tropicales en el Golfo de México.
Actualmente, en el ejido San Carlitos de Altamira, el abasto de agua está garantizado para las familias gracias a las gestiones realizadas con el estado a través de la autoridad municipal, que formalizó la extracción de agua de un venero o pozo subterráneo.
Las autoridades locales y los campesinos esperan que las próximas lluvias sean suficientes para aumentar los niveles de agua en las presas y asegurar el suministro para las actividades agrícolas y el consumo diario.