Por Edgar Hernández
Últimamente anda muy gallito Cuitláhuac García.
En este sumar expediente tras expediente de sus adversarios y enemigos -entre quienes sobresale Miguel Angel Yunes- y el propio fuego amigo Moreno que lo quieren ver tras las rejas, nada soleado se observa el futuro del cantinflesco mandatario.
Entre los pendientes de carácter penal sobresale uno muy gordo, las “Empresas Fantasma” creadas bajo su amparo, acaso complicidad.
Los desvíos millonarios vía subejercicios, los porcentajes de moches y obras cobradas, el 99 sin licitar, nunca realizadas y las compras de bienes, servicios y alimentos a cargo de la SSP y el DIF.
Cuitláhuac está bajo sospecha.
Lo más grave que la opinión pública veracruzana y la nacional conocerán en los próximos días serán los “Panamá Papers”, esa exportación de importantes cantidades de dólares a paraísos Fiscales a Islas Vírgenes y Bahamas de su prestanombres, del primo Eleazar Guerrero a quien el FBI ubica como el operador de la exportación de divisas.
Un diputado más aparece en las listas del Buró Federal de Inteligencia en el traslado de dólares a Scotiabank de Nassau.
El tema Cuitláhuac García es tan grave que necesariamente la Auditoria Superior de la Federación tendrá que hacer público por qué no se ejercieron 6 mil 300 millones de pesos de presupuesto para obras, medicamentos y seguridad pública del 2018 al 2023.
Tendrá que informar a la opinión pública la complicidad o solapamiento de los colaboradores del gobernador, parte de la bancada legislativa Morena y los responsables administrativos del Poder Judicial en el manejo presupuestal como fue el caso Johana Marlén Bautista, pareja sentimental de Eleazar, que hace unos días cuando llegó la ministerial a aprehenderla a su domicilio le dieron el pitazo y huyó del país.
Cuitláhuac García Jiménez tendrá asimismo que rendir cuentas sobre el sospechoso manejo de 22 oficinas administrativas de su gobierno hasta hace algunas semanas bajo tutela y control del primo.
Y el Tesorero Mario Macip tendrá que explicar ante un juez el movimiento millonario en cajas de huevo, de dinero en efectivo que se sucedía a cada visita presidencial, así como la extraña violación de la bóveda de acero blindado donde se guardan importantes fajos de efectivo para uso y disposición de la Secretaría de Finanzas.
La Oficialía Mayor de la SEV, que también maneja efectivo en grandes cantidades, tendrá que rendir cuentas de dónde y para qué se destinaron importantes recursos en trabajos específicos de tipo electoral en el 2021 y en este 2024.
Los Centros de Verificación dependientes de la Secretaría del Medio Ambiente se convirtieron en una cueva de ladrones, al igual que las oficinas fiscales en contubernio con Seguridad Pública.
El tema de los grueros y las cuotas de la policía corrupta, el tráfico de estupefacientes en las cárceles y los moches que se entregan día con día los elementos del tránsito bajo cuota establecida que llegan a una oficina alterna donde despacha el gobernador Cuitláhuac García, serán auditados.
Son, en fin, muchos los pendientes por aclarar de quien hoy más se ocupa mediáticamente de pelear con Miguel Angel Yunes, quien por cierto ve a Cuitláhuac como el “payasito” del circo del Peje.
De la mano de la justicia difícilmente escapara este atarantado considerado como el peor gobernador en la historia de Veracruz quien con pendejaditas busca confundir a la ciudadanía rumbo al 2 de junio para robarse la elección.
El primero de diciembre a las cero horas Cuitláhuac García será aprehendido.
Por cierto ¿fumas?
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo