Pueblo Viejo, Ver.- Derivado de la pandemia del Covid-19 que colapsó la economía mundial, muchas empresas se vieron en la necesidad de despedir a su personal, quedándose con el recurso humano muy necesario.
El municipio de Pueblo Viejo no fue la excepción, y muchas empresas dedicadas a la fábrica de plataformas y sus derivados de metales, vieron interrumpida sus actividades por esta pandemia.
Ante ello cientos de obreros se quedaron sin su fuente de empleo, lo que los obligó a realizar otro tipo de actividades.
Y es que los ahora desempleados, tuvieron que trasladarse alguno de ellos a otras latitudes de nuestro país, para buscar otras fuentes de empleo, lo que también contribuyó a que el circulante siguiera a la baja.
Actualmente las empresas ubicadas en Mataredonda a la orilla del río Pánuco, prácticamente lucen de manera espectral, al reducirse sobremanera su actividad y apenas contar con el personal suficiente.
Fue el pequeño comerciante Claudio Hernández Flavio, quien señaló que ante el cierre parcial de estas empresas, el circulante disminuyó afectando a cientos de comercios desde pequeños, medianos, y hasta grandes, en el municipio de Pueblo Viejo.
Señaló que los obreros y trabajadores especializados, siempre han representado uno de los brazos fuertes de la economía de esta localidad; ya que son quienes compran conjuntamente con sus familias sus insumos y suministros, para sus hogares.
Comentó que si bien se han abierto otros negocios, lo que ha dado la pauta para contratar más personal, estos no son suficientes para restablecer el flujo económico de esta localidad del norte de Veracruz.
Señaló que espera que de nueva cuenta, las empresas metaleras reabran sus puertas de manera en que se pueda contratar a más obreros, para de esa forma inyectar capital a la economía afectada de Pueblo Viejo.
Por Francisco Javier Díaz