Tampico Alto, Ver.- Para los productores de jícama de la región la situación se agrava por la falta de agua y por no contar con sistemas de riego, lo cual no permite que las cosechas se logren en tiempo y forma además que la calidad del producto no es la esperada.
En los municipios de la zona durante el 2023 se llevó a cabo una siembra tardía, ya que regularmente se siembra en agosto, y en esta ocasión lo hicieron hasta octubre por lo que apenas la cosecha se está levantando.
Ello debido a que no hubo lluvias, y sin ellas es casi un hecho que no se pueden lograr los objetivos de la producción.
El productor agrícola Tomás García Valdez, refirió que tristemente no han tenido respuesta de la autoridad estatal, ya que desde hace 5 de manera directa entregó una solicitud al gobernador Cuitláhuac García Jiménez para solicitarle el apoyo para la construcción de presas de agua o contar con sistemas.
Además se pidió el apoyo de tractores para que los productores se organizarán en grupos de cinco u ocho para poder trabajar sus tierras, pues lo ideal es que cada productor cuente con su olla de agua.
Indicó que en el gobierno estatal lo mandaron a la secretaría de agricultura donde atendieron la petición y recibieron las solicitudes, sin embargo nunca se materializó en los hechos la petición, por lo que ya al concluir este gobierno prácticamente no se logró lo que
esperaban.
Recordó que la diferencia entre los productores que cuentan con sistema de riego, y los que no la tienen es abismal, ya que tan solo un productor de la zona que sí cuenta con este sistema produce de este 30 a 35 hectáreas de jícama, y en un promedio estas producen de 20 a 25 toneladas actualmente; en el año pasado el precio de por kilo inició en $10 y ha bajado a 7, pese a ello es rentable.
Por L.C.C. Francisco Javier Díaz