Pueblo Viejo, Ver.- El cronista vitalicio de Pueblo Viejo Profesor Martín Pérez San Martín, destacó la importancia que tiene un árbol centenario, ubicado en los patios de palacio municipal.
Refirió que dicho soto, tiene alrededor de 150 años; es decir mucho antes de que se construyera el primer inmueble del Palacio local.
Dijo que diversas administraciones municipales, se han encargado de cuidar este importante árbol de cedro.
Sin embargo destacó que durante la administración del entonces alcalde Fernando Cervantes Cruz, se construyó una especie de jardinera; para protegerlo, además de colocar a su alrededor diversas plantas de ornamento.
Explicó que tristemente otros árboles de cedro que existían por el cementerio municipal, de manera por demás extraña se fueron secando; quizás porque alguien lo talo, o simplemente empezaron a pudrirse.
Añadió que afortunadamente el árbol que se ubica en el patio de la parte trasera de palacio municipal, ha servido de marco para la atracción de los pequeñines, los cuales durante las vacaciones de la biblioteca van a ese lugar, con el objetivo de conocer el entorno ecológico de esta localidad.
Reiteró que cuando se empezó a construir el inmueble de palacio, tan mencionado árbol ya se encontraba; y luego de que se añadió un segundo piso, en la actualidad las ramas, están a punto de rebasar la infraestructura.
Destacó que la alcaldesa Valeria Nieto Reynoso, es una mujer que se preocupa por el entorno ecológico; y prueba de ello es la preservación de la biodiversidad en el municipio.
Con tristeza el cronista vitalicio recordó que hace un par de décadas, había dos ceibas en la plaza principal, las cuales fueron cortadas por las anteriores administraciones municipales.
Lamentó que tal ecocidio se hubiese consumado, pues señaló que donde se ubica un árbol de ceiba, regularmente existe importantes «ojos de agua»; agua que se da en abundancia.
Pero aplaudió el trabajo que realizó la presidenta municipal Valeria Nieto Reynoso, al rescatar una ceiba ubicada en la congregación Anáhuac, que ya tiene sus protecciones, además de que se colocó a la sombra una banca, para que la gente pueda descansar.
Hizo alusión que cuando llegó el catequizador franciscano Fray Andrés de Olmos a Pueblo Viejo, como buen botánico que era, quiso clasificar las diversas plantas existentes en esta zona, llevándose la gran sorpresa que existían en abundancia por lo cual no alcanzó a clasificar la gran mayoría.
El cronista invitó al público en general para que cuiden los árboles, y la naturaleza en términos generales; además de que instó a la gente para que conserve limpio el lugar donde residen.
Por Francisco Javier Díaz