¿Y ahora quién?

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Y bueno… ¿Quién va a responder por el exilio de las firmas europeas del centro comercial ALTAMA en Tampico?

En la primera mitad del sexenio de Egidio Torre Cantú, en pleno ajuste de cuentas entre las células operativas de la D.O, los empresarios de GT Global y Grupo Aryba anunciaron la construcción de uno de los centros comerciales más importantes del noreste del país. Se trataba del complejo mercantil más grande de Tamaulipas, y apenas el segundo de mayor influencia económica de todo el Golfo de México, apenas por debajo del construido hace ya algunos años en Veracruz.

Ejecutados, balaceras, persecuciones y enfrentamientos entre Fuerzas Federales y pandillas locales sudtamaulipecas, eran la noticia de todos los medios nacionales; sin embargo, el gobernador priísta que honró con la pavimentación de la calle Don Juan Nepomuceno en Reynosa, se ganó la confianza de una de las familias más poderosas del país y el 11 de diciembre de 2014 colocaron la primera piedra de lo que hoy conocemos como ALTAMA, sin importar todo lo malo que sucedía en la vía pública.

En ese tiempo se proyectaron más de 3 mil 900 empleos y su inversión rebasaría los 2 mil millones de pesos. La acelerada construcción despertó amplias expectativas entre la comunidad no solo del sur de Tamaulipas sino del centro y norte del estado, así como en las zonas marginadas de las entidades vecinas de Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí, que ante el abandono de sus gobernantes vienen a Tampico en busca de una superación académica, profesional y de negocios. ALTAMA -aún sin nombre- provocaba algarabía económica desde su anuncio.

Para el 16 de agosto de 2016, en el mero día de mi cumpleaños (ja, ja, ja… ¡¿eso qué?!), los directivos de GT- Global y Aryba develaban ante la historia de Tampico el nombre de Altama City Center. En aquel momento estaba al 90 por ciento de su edificación, y generaba más de mil 500 empleos. La dinámica económica era ascendente en el sur, arriba del 50 por ciento de los contratistas y proveedores eran de Tampico, los ciudadanos veían con ilusión como se hacía realidad la construcción de tan añorado “mall”.

Ya en tiempo de los vientos del cabio, el 26 de noviembre de 2016, la gran inauguración, el momento más esperado por el comercio establecido de Altamira, Ciudad Madero y Tampico. Los Fleishman lo volvían a hacer, llevaban a lo más alto de la competitividad económica a la región, se invirtieron más 2 mil millones de pesos, la creación de empleos no la habían logrado en muchos años ni el estado, la federación o el municipio con ninguna de sus obras; hablamos de 1 mil empleos permanentes y casi tres mil indirectos.

Fue un día de fiesta para todos, hasta para aquellos que no gustamos de andar de compras. Tampico estaba en otro nivel en materia de seguridad y se volvía a posicionar en el escalón que le correspondía en la dinámica económica nacional.

Hoy, a 7 años de aquel histórico momento, Altama atraviesa por un momento de transformación que llevó al exilio a varias firmas europeas como Zara.

¿Quién va a rendir cuentas al respecto?

En la intimidad… Mientras esto sucede e impacta en toda la región, pues la capital de las huastecas enciende sus focos rojos. El alcalde Armando Martínez Manrique y sus representantes populares celebran la llegada de las destacadas firmas internacionales Carl’s Jr y Dairy Queen.

Todo gracias al compromiso de la administración de Martínez, quien según sus mensajeros se ha comprometido en promover proyectos clave de infraestructura urbana, generando con ello la confianza en los inversionistas para la expansión de más negocios en Altamira municipio donde comienza la grandeza del sur de Tamaulipas.

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