Estadio Azul, el recinto con mil vidas que hospedará a Cruz Azul (otra vez) y América

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El Estadio Azul volverá a Primera División gracias al América y Cruz Azul. Ambos equipos capitalinos juegan regularmente en el Estadio Azteca, que será remodelado durante un semestre como preparación para la Copa del Mundo de 2026. Las opciones no eran tantas, en realidad. Sólo hay dos estadios en Ciudad de México con los requerimientos para albergar partidos de Primera División: Ciudad de los Deportes (conocido también como Azul y Azulgrana) o el Olímpico Universitario.

La opción más viable era el Ciudad de los Deportes. Cruz Azul y América ya están acostumbrados a compartir casa. Antes de hacerlo en la última era, desde 2018 a 2023, lo habían hecho desde 1971 hasta 1996, cuando La Máquina partió al Estadio Azulgrana, adonde jugaba el Atlante, y que fue renombrado como Estadio Azul. Aunque era una época aparentemente nueva, en la que ya no iban a estar a la sombra del América por jugar en su estadio, se trató de un pasaje triste y traumático (hay mucho de revancha en este regreso).

Nunca pudieron ser campeones en ese recinto. Es verdad que en el Invierno 97, cuando ya jugaban ahí, fueron campeones del futbol mexicano, pero el partido decisivo se jugó en el Nou Camp de León. En cambio, en el césped del Ciudad de los Deportes perdieron dos finales de Liga: contra Pachuca en 1999 y contra Monterrey en 2009. Formalmente, el resto de finales ligueras perdidas fueron como visitantes (tres más, y añadir la Copa Libertadores que perdieron en 2001 ante Boca Juniors).

Cruz Azul puso fin a su historia en el Ciudad de los Deportes en 2018. Supuestamente, el inmueble sería derrumbado y se construiría una plaza comercial. La familia Cosío, dueños del estadio, no pudo materializar el plan y fue ocupado nuevamente para futbol con el Atlante, que volvió a utilizarlo en 2020 para sus partidos de la Liga de Expansión. Al mismo tiempo, ha sido utilizado para partidos de ONEFA, eventos políticos y sociales, y hasta personas comunes podían rentar su cancha para organizar partidos.

El descuido fue evidente en los últimos años, cuando se le notaba un deterioro amplio en el césped y diferentes zonas de la construcción. El estadio fue inaugurado en 1946, lo que le vuelve el más antiguo de la Ciudad de México (entre los que han albergado futbol profesional y siguen vigentes). Es normal que no se trate del recinto más cómodo ni moderno, pero su historia perdura y volverá a reverdecer al menos por seis meses más, con el regreso del Cruz Azul y del invitado América.

Las Águilas tendrán la obligación de refrendar su título. Y eso no debería gustarle nada a Cruz Azul, pues aunque ya no es su estadio exclusivamente, ellos son quienes tienen más historia ahí (aunque sea triste) y no deberían permitir que su eterno rival sea campeón en ese campo. Para eso, Cruz Azul ha emprendido una reestructuración a cargo de Martín Anselmi, joven entrenador proveniente de Independiente del Valle, proyecto ambicioso del futbol sudamericano. También han fichado a Gabriel Fernández, llegado de Pumas.

Será, de nueva cuenta, una competencia alterna. Por un lado, ambos equipos estarán obligados a pelear por el título de la Liga MX, pero también competirán entre ellos mismos, como inquilinos, como vecinos que serán una vez más (y parecen condenados a nunca dejar de serlo). Esto es una emergencia, porque el Azteca no está disponible, pero el Ciudad de los Deportes vuelve a demostrar su valía y que, por más que lo quieran desterrar, se aferra a perseguir su larga historia.