La solidaridad con lo de otros

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Hay mucha inconformidad entre los integrantes del grupo parlamentario de morena, por la forma y por el fondo de la invitación que recibieron para solidarizarse con los habitantes de Acapulco.

En cuanto a la forma, resulta que de parte de YSQ les preguntaron si le entraban o no, así de simple, con un monosílabo, sin réplicas, ni contrapropuestas, ni parcialidades, al modo de la expresión de la raza cuando pregunta «¿jalas o te enclochas?».

De fondo, porque a los diputados federales les están solicitando la donación del total de sus percepciones, dieta, apoyo, bonos, etc, para ayudar a la reconstrucción de Acapulco y para los gastos de emergencia.

Desde luego que estoy en desacuerdo con esa «invitación». El salario (dieta) es del legislador, para su familia o para lo que desee hacer con ese dinero. Para el «Ejecutivo», que todo le pagan y que tiene acceso a múltiples bolsas y fondos, es fácil desprenderse de lo que recibe como salario. Pero no es así con otros servidores públicos.

Marco Gallegos

El diputado local Marco Gallegos se suma a la legión de «guanabis» que aparecen en esta temporada, para decirnos que pretende ser presidente municipal de Reynosa.

Presume de seis años de militancia en morena, de haber sido regidor, sin concluir el periodo para el que fue electo, y de ser diputado local, encargo al que no necesariamente tendría que renunciar, pero que definitivamente descuidaría, si prospera su aspiración a buscar otra posición.

Suena incongruente el discurso del diputado Gallegos, cuando nos dice que es urgente sacar a los mismos que han estado en la presidencia en los últimos años, que por cierto no son militantes de morena, y tres doritos después agradece al gerente del sindicato de maquiladoras, Alberto Lara, por acompañarlo en ese proyecto de llegar a la presidencia municipal.

La muchacha de San Fernando

Con harta preocupación, pero con la mismo dosis alta de discreción, se comenta, en las oficinas gubernamentales y entre los simpatizantes del partido (morena), sobre la inoperancia de la Secretaria de Bienestar del gobierno del Estado.

El principal instrumento de la política electoral que posee el gobierno, la oficina que debe generar lealtades, gratitudes y simpatías, que se traducen en votos, me refiero a la Secretaria de Bienestar, está paralizada e invadida por el desorden.

El proceso electoral para renovar ayuntamientos y congreso local y federal en el 2014, es la coyuntura apropiada para darle las gracias a la dama de San Fernando que hoy despacha como titular de la SEBIEN.

Pueden mandarla como regidora, que ya fue, o como diputada local. El asunto es que ya no haga más daño, pues aunque sea involuntario, no deja de ser perjudicial su permanencia en esa cargo, para el que no estaba preparada.