Madero, Tam.- «Todo empezó a tronar… yo corrí hacia la ventana a resguardar a mi hijo y a mi hermano se quedó en medio, pero se tiraron al suelo y las bancas los protegieron», dijo
Moisés Martínez Sánchez, uno de los sobrevivientes del colapso del techo de la Iglesia de la Santa Cruz.
Entrevistados en su hogar, en la colonia Miramápolis, junto a su hermano Óscar y su suegra Evelia Eligio Iturbide, narró que cuando escucharon que la estructura tronaba, no les dió tiempo para resguardarse. Sin embargo, nunca imaginaron que caería la losa sobre ellos.
Una vez que colapsó el techo, dijo que tuvo que romper un vidrio de la ventana a fin de poder sacar a su hijo y ponerlo a salvó y después ir por su suegra y su hermano.
Eran 10 personas de su familia los que se encontraban en el templo celebrando el bautismo. Todos ellos, asegura, sobrevivieron.
Él sólo resultó con una herida en la mano tras romper el vidrio, su hermano con algunos golpes y su suegra con una luxación en la cadera, «todos estamos bien, con vida que es lo importante. Algo de esa magnitud no es tan fácil de estarlo contando como lo estamos contando ahorita».
Indicó que faltaban como 10 a 15 minutos para que concluyera la misa cuando se desplomó la losa.
Dijo que las bancas de madera pudieron amortiguar el golpe de la losa sobre ellos, sin embargo hubo gente que no se protegió de esa forma y lamentablemente murieron.
Óscar Martínez, mencionó que su compadre quien iba a bautizar a su hijo fue quien gritó que todos se tiraran al piso,»el tuvo la noción de que todos los recostáramos en el piso y las bancas nos protegieron Gracias a Dios. Fuimos los primeros en rescatarnos entre nosotros, los primeros en salir».
«No es por nada, pero las bancas Gracias a Dios aguantaron y aquí estamos para contarlo».
El Padre en ese momento estaba señalando sobre la responsabilidad de los padrinos para con sus ahijados de estar con ellos en las buenas y en las malas cuando se dió el colapso.
«Yo miré a mi esposa y ella a mí cuando vimos que todo se caía y pensamos, hasta aquí llegamos. Ella protegió a mi bebé que íbamos a bautizar y así yo también me puse sobre ella para protegerlos y que amortiguara el golpe. Cuando vimos que estábamos vivos aún, nos arrastramos para salir, porque estábamos prácticamente en medio».
Por su parte Evelia Eligio, refirió que fue atendida en el IMSS en donde le suturaron una herida en la cabeza y le dieron medicamento para el dolor en la cintura y cervicales.
«Me siento bien a pesar de todo, sólo el golpe en la cabeza del concreto que me pegó».
Moisés, refirió que ésta es una oportunidad de vida que deben agradecer al Creador, «hay veces que andamos con cosas, pero es para reflexionar».