Tampico.- Al menos 200 casos nuevos de Tuberculosis detecta al año Sector Salud en la zona Tampico-Madero, en poca proporción en menores de edad, por ello es que las autoridades sanitarias consideran importante atenderse ante los primeros signos de alarma.
Héctor Pérez Monsiváis, coordinador de Medicina Preventiva en la Jurisdicción Sanitaria II informó que en Sector Salud hay programa para ello, lamentablemente la gente no le da importancia a la tos.
«Es un problema que se contagia de persona a persona cuando uno tiene contacto con un enfermo de Tuberculosis. Desafortunadamente muchos de esos enfermos no están diagnosticados entonces no cortamos la transmisión», señaló.
El experto en el tema dijo que cuando la persona acude el cuadro clínico ya es más que evidente y los detectan con una alta cantidad de bacteria, del bacilo de Tuberculosis para ingresarlos al programa.
«Ya ingresados les damos tratamiento, lo que dura el esquema y los curamos pero ya contagiaron a más cantidad de personas que son vulnerables a padecer la Tuberculosis», resaltó el doctor.
Los signos clínicos que caracterizan a la Tuberculosis son tos persistente por más de 14 días que generalmente se acompaña de flema, baja de peso, fiebre por las tardes, cansancio y dificultad para respirar.
Ante cualquier duda de una tos que no se les quita, Pérez Monsiváis dijo que hay que acudir a las Unidades de Salud donde tienen en marcha un programa gratuito de Tuberculosis.
«Desde el diagnóstico hasta el tratamiento y seguimiento es totalmente gratuito», aseveró.
En lo que va del año, las estadísticas de la Jurisdicción Sanitaria II revelan que tienen un promedio de 180 casos en tratamiento y con buena evolución.
«Generalmente en un año en Tampico y Madero detectamos 200 casos, lo ideal sería que este número de casos vaya disminuyendo con los años pero si no se hace una detección oportuna no es posible bajar la cifra».
El galeno refiere que normalmente sale con tuberculosis la población económicamente activa, gente mayor de 20 o 25 años sin embargo, aclaró que no están exentos los niños que sean infectados por sus propios convivientes y en ocasiones son sus padres.
«Ocurre en una proporción menor y se les ingresa a tratamiento que dura 6 meses», concluyó.
