LA HABANA, 16 sep (Reuters) – Un grupo de naciones en desarrollo declararon el 16 de septiembre como el «Día de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en el Sur», en la última fecha de una reunión Cumbre del G77 en La Habana con la asistencia de unos 30 mandatarios y la presencia del jefe de la ONU, António Guterres.
«Observamos con profunda preocupación las disparidades existentes entre los países desarrollados y en desarrollo en términos de condiciones, posibilidades y capacidades para producir nuevos conocimientos científicos y tecnológicos», dice la declaración final del grupo G77 y China.
El texto, aprobado en la sesión del sábado, hace un llamado a la comunidad internacional, al Sistema de las Naciones Unidas y a las Instituciones Financieras Internacionales a apoyar los esfuerzos de los países del Sur para desarrollar sus sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación.
El comunicado mencionó, por ejemplo, la pandemia de coronavirus y la distribución desigual de las vacunas, que fueron logradas todas fuera del bloque excepto las de Cuba.
China, que sostiene que no es miembro del G77, a pesar de estar incluida en el bloque, dice que ha apoyado los reclamos legítimos del grupo y ha mantenido relaciones de cooperación.
El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, cuyo país ostenta este año la presidencia temporal de la organización, afirmó en un discurso que según Naciones Unidas 10 países representan el 90% de las patentes y el 70% de las exportaciones de las tecnologías avanzadas de producción digital.
«La creación y difusión de tecnologías avanzadas de producción digital en todo el mundo siguen concentradas, con una actividad menor en la mayoría de las economías emergentes», dijo.
La declaración final que incluye 46 puntos, reitera las demandas de larga data de un orden económico y social internacional más equitativo que, según se afirma, es imposible sin poner fin a la dominación tecnológica de naciones desarrolladas.
Igualmente solicita, al mismo tiempo, una mayor cooperación entre los países miembros en las esferas de la ciencia, la tecnología y la innovación como estrategias para su desarrollo.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el sábado en un discurso que se debería promover la industrialización, la inversión en energía renovable, en la bioeconomía y la agricultura baja en carbono «sin olvidar que no tenemos la misma deuda histórica que los países ricos por el calentamiento global».
El texto, aprobado en la sesión del sábado, hace un llamado a la comunidad internacional, al Sistema de las Naciones Unidas y a las Instituciones Financieras Internacionales a apoyar los esfuerzos de los países del Sur para desarrollar sus sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación.
El comunicado mencionó, por ejemplo, la pandemia de coronavirus y la distribución desigual de las vacunas, que fueron logradas todas fuera del bloque excepto las de Cuba.
China, que sostiene que no es miembro del G77, a pesar de estar incluida en el bloque, dice que ha apoyado los reclamos legítimos del grupo y ha mantenido relaciones de cooperación.
El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, cuyo país ostenta este año la presidencia temporal de la organización, afirmó en un discurso que según Naciones Unidas 10 países representan el 90% de las patentes y el 70% de las exportaciones de las tecnologías avanzadas de producción digital.
«La creación y difusión de tecnologías avanzadas de producción digital en todo el mundo siguen concentradas, con una actividad menor en la mayoría de las economías emergentes», dijo.
La declaración final que incluye 46 puntos, reitera las demandas de larga data de un orden económico y social internacional más equitativo que, según se afirma, es imposible sin poner fin a la dominación tecnológica de naciones desarrolladas.
Igualmente solicita, al mismo tiempo, una mayor cooperación entre los países miembros en las esferas de la ciencia, la tecnología y la innovación como estrategias para su desarrollo.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el sábado en un discurso que se debería promover la industrialización, la inversión en energía renovable, en la bioeconomía y la agricultura baja en carbono «sin olvidar que no tenemos la misma deuda histórica que los países ricos por el calentamiento global».