Viajero incansable ciclista Daniel Ocaña

Llegar hasta Ushuaia

«Caminante no hay camino, se hace camino al andar». Antonio Machado poeta español.

Tampico Alto, Ver.- «Soy de todas partes y mi objetivo es compartir la felicidad con todos, tengo un espíritu libre».

De esta forma se expresó el ciclista regiomontaño Daniel Ocaña, quien con su bicicleta y su perrita «Mictli», recorre nuestro país.

En fecha muy recientes a este aventurero por antonomasia, se le vio recorriendo la zona norveracruzana en especial Playa Hermosa en Pueblo Viejo, y la Ribera de Tampico Alto.

La finalidad de este trotamundos, es promover el deporte, la alimentación sana, y el respeto por los animales.

Señala que su objetivo es llegar hasta Ushuaia en el cono sur de Argentina; con su transporte ecológico como lo es la bicicleta.

Explica que a lo largo de su gran periplo que comenzó hace un par de meses, ha conocido extraordinaria biodiversidad que nunca imaginó que existiera.

Su filosofía es que: el «mundo es demasiado grande como para vivir en un solo lugar».

Añadió este incansable viajero, que no debemos limitarnos para estar en una sola parte o en un solo lugar.

Para tal empresa realizó modificaciones a su bicicleta, adaptándole una serie de parrillas en que sirven de soporte para su equipaje; y una especie de cuneta en donde transporta a su fiel mascota.

En relación a su largo viaje a Sudamérica, dice que no tiene una planificación como tal, al ser un espíritu libre; por lo cual no se presiona para llegar a tan latitudes tan lejanas.

Por ello invita a la gente a tener un espíritu más libre, lejos de las complicaciones que nos obliga la cotidianidad.

Refirió que la pasión por viajar se debe a que su madre cuando él era pequeño, estaba muy enferma; por lo cual salía de su casa, poniéndose en contacto con la madre naturaleza y cortaba flores, llevándosela a su progenitora quien desafortunadamente ya no podía expresar o articular palabra alguna. Sin embargo cuando le mostraba el ramo, la mujer expresaba mucha felicidad.

Derivado del contacto con la madre naturaleza, empezó a viajar por diferentes partes de nuestra república; primero de «mochilazo», en transportes foráneos hasta llegar a su bicicleta.

La forma de mantenerse o sortear sus viajes por parte de este regiomontano, es ofertando vistosas y folclóricas pulseras; así como también exponiendo mediante su flauta e instrumentos sudamericanos como la quena, su música.

Destaca que los norveracruzanos, son gente bastante amable, y que le ha brindado su apoyo por donde quiera que pasa, lo cual agradece sobremanera.

Así mismo este entusiasta paseante, refirió que tanto en Tamaulipas como en Veracruz, ha descubierto una impresionante abundante y hermosa vegetación.

Dijo que ya tiene tres meses desde que salió de su natal Monterrey y no tiene fecha de cuándo regresará a su tierra.

Daniel Ocaña reiteró la invitación para que la gente realice sus viajes, no importando su condición socioeconómica; lo importante es ponerse en marcha.

Por L.C.C. Francisco Javier Díaz