Pueblo Viejo, Ver.- En verdadero riesgo para la salud, se ha convertido la emanación de aguas negras en la zona centro de este municipio; así como también en una colonia aledaña a este sector.
Fue el señor Isidro Constantino Ortega con residencia en la colonia Heriberto Jara, quien detallo que al canal a cielo abierto ubicado en la calle Platón Sánchez, del referido sector, llega el escurrimiento de aguas hediondas.
Detalló que los olores son poco más que insoportables, máxime en esta temporada de calor extremo.
Isidro Constantino refirió que la expulsacion de las aguas negras, proviene de registros o cloacas ya colapsadas en las arterias Amado Nervo y Gutiérrez Zamora de la zona centro.
Dijo que ya tiene semanas con esta grave problemática, por lo cual ya están cansados de vivir rodeados de agua sucia.
Destacó que desafortunadamente residentes tanto de la colonia Heriberto Jara así como también de la zona centro, ya han tenido problemas en la piel por la presencia de aguas insalubres.
Ante ello pidió la intervención de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz -Caev-, a fin de que intervengan lo más pronto posible.
AYUNTAMIENTO ATIENDE DEMANDA
Ante la grave problemática que enfrentan los residentes de los antes referidos sectores, el ayuntamiento en cabeza Valeria Nieto Reynoso atendió sus demandas.
Fue el director de ecología del gobierno local Biólogo Alejo Juárez Cruz, y el regidor segundo Lic. José Rolando Moreno Uribe, quienes atendieron las peticiones de los quejosos.
Luego de realizar este día una exploración de campo, los representantes municipales, constataron el grave foco de contaminación que representan las aguas putrefactas.
Ante ello el regidor José Rolando Moreno, luego de realizar la exploración de campo se contactó con los dirigentes de la Caev división Pueblo Viejo, y estos últimos prometieron llevar el camión denominado Vactor, para drenar y limpiar las cloacas colapsadas.
El funcionario público dijo que estará pendiente de los trabajos de saneamiento en los tan referidos sectores, hasta que las aguas estén aptas para el uso doméstico.
Por Francisco Javier Díaz