Tampico.- Al señalar que ha aumentado de manera drástica las citas al psicólogo por trastorno depresivo o de ansiedad, el experto en el tema, Gabriel Rubio Badillo dijo que por desgracia la sociedad, la familia es indiferente a ello. «Están tan metidos en sus problemas que no detectan las señales de alarma en sus familiares».
Al tocar el tema del adulto mayor que en días pasados se quitó la vida en el interior de un céntrico restaurante, el psicoterapeuta de Grupo Freedom opinó que la sociedad tiene que analizar hasta dónde están siendo distantes, lejanos o faltos de empatía con las personas que los rodean.
«Este caso llama mucho la atención porque tiene características que no habían sido registradas en la zona, es inédito en particular en ese contexto porque engloba varios mensajes», expuso.
Dijo que las personas que se suicidan están buscando o huir de algo que los agobia pero este caso en particular resalta porque está impregnado en un deseo tremendo de ser visualizado.
«No fue algo meramente incidental sino que habla de un plan por lo menos un objetivo específico de hacerlo en un sitio donde la atención se centra al cien por ciento, la persona que tenía una necesidad tremenda, terrible de ser visto de ser notado, no simplemente el hecho de querer llamar la atención, hay un mensaje claro donde nos está diciendo que probablemente era muchísimo el tiempo, las circunstancias, las vivencias emocionales que habían hecho a esta persona sentirse sumamente solo, ignorado, se busca dejar una marca una huella donde me asegure que todos volteen a verme, que todos incluso quienes no me conozcan volteen y vean la forma en que me despido de este mundo que involucra todo un ritual es una situación muy impactante», reflexionó.
Rubio Badillo hizo hincapié al decir que en estos casos la sociedad, la familia en este caso, tiene que aprender a leer si quiere prevenir más eventos como éste.
Recalcó que ese tipo de suicidios sí son detectables, «desgraciadamente tenemos un muy escaso entrenamiento en materia de educación emocional para poder leer a las personas lo que a veces llamamos una depresión encubierta».
Por desgracia, el entrevistado considera que la sociedad suele ser muy indiferente y egoísta.
«Estamos muy metidos en el «mí y el yo» y esto es uno de los problemas más graves por los cuales tenemos el tipo de país tan violento que tenemos».
En la zona, señala que las citas por depresión con los psicólogos ha crecido de un 30 o 40 por ciento y que en adultos mayores está muy asociado con deudas económicas, soledad, abandono, depresión.
«La persona cuando llega a los 40 o 50 años hace una especie de corte de caja en la vida. Nos preguntamos qué he hecho de mi vida, hacia dónde voy, qué tengo construido, porque intuimos que nuestra edad promedio oscila entre 76 y 80 años y al rebasar los 40 sabe y entiende que ya cruzó la línea media de vida y se autoevalúa y hay quienes sienten que no han hecho nada o que todo lo que tiene es frágil entonces es un caldo de cultivo de factores que hacen que se dispare la tendencia suicida sobre todo en estas edades», recalcó.
Por último, al emitir un consejo a la sociedad para evitar otro caso así, Gabriel Rubio dijo que es importante tocar tres puntos: primero, fortalecer la unión familiar, la convivencia, segundo fortalecer los vínculos de amistad y fortalecer la vida espiritual sea la religión que profesen.

