Ni decencia ni calidad moral

Los vacíos en el Gobierno de Tamaulipas comienzan a hacerse más hondos, algunos se cierran por su efectividad y las cuotas políticas a un año de mandato ya restan al jefe del Ejecutivo. Los conflictos laborales y de conciliación son un polvorín para Américo Villarreal Anaya.

El gobernador hace lo suyo, marca pauta, indica la agenda y se acomoda en la silla del gobernante; a su manera, a su estilo único que siempre tendrá como todos “apuntes buenos” y los otros datos.

Es el rector de la Universidad Politécnica de Altamira Jesús Ricardo Ramos Sánchez uno de esos funcionarios “enemigos internos” que transita distante a la política humanista y cercana a la gente que pregona la Cuarta Transformación tamaulipeca; para Ricardo Ramos la igualdad de oportunidades y protección a los desamparados en pro del pueblo bueno y sabio, se le borró, simple y sencillamente el poder se lo tragó.

El nacido en Nuevo Laredo, desde hace un año que llegó al cargo convirtió la operación administrativa de la UPALT en un infierno en la tierra para sus trabajadores. Comenzó con el despido injustificado de un grupo de empleados con años de servicio, ese conflicto contractual impactó directamente en al menos 16 familias; sus ex empleados demandan en lo global un monto estimado a los 7 millones de pesos, pero cegado de poder y ahorcado por sus fobias el ahora controversial miembro del Sistema Nacional de Investigadores CONACYT, intenta aplastar no sólo a los que ya enfrenta en los juicios laborales, sino que va por más empleados del sur de Tamaulipas. La cacería de brujas y persecución de los más débiles para aniquilarlos ya comenzó, quiere aniquilar a los nacidos en el sur, y saciar su hambre infernal el investigador del CONACYT Jesús Ricardo Ramos Sánchez.

El investigador fronterizo con cargo de rector de la UPALT, somete a su prepotencia, léxico soez y denigrante al personal administrativo; pero ya hay audios en poder de la oficina del gobernador y de la Secretaría General de Gobierno que se analizan, como el mismo proceso legal que enfrenta con los ex colaboradores, esos que tenían al mejor abogado laboralista de Tamaulipas, lo tenían, porque ahora parece que está al servicio del demandado Jesús Ricardo Ramos Sánchez.

Lo que estos dos han olvidado es que Américo Villarreal Anaya llegó para hacer las cosas de otra manera, no como ellos han actuado.

Los problemas laborales son un polvorín que pronto pueden provocar una crisis de tal magnitud que meterían en problemas a cualquiera.

En la intimidad… Por cierto la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Gobierno de Tamaulipas fortaleció su alianza con hoteleros integrantes de la Asociación Mexicana de Hoteles del
Sur de Tamaulipas (AMHST), quienes acordaron recibir cursos de mejora continua y atención al público.

La secretaria Olga Patricia Sosa Ruiz fue recibida por los directores, gerentes y propietarios de los principales hoteles de Tampico, Ciudad Madero y Altamira, asociación que preside Alberto Ortega del Hotel Sevilla; la funcionaria dijo que la secretaría está en la mejor disposición para trabajar de la mano y ser aliada en la construcción de relaciones laborales que respeten los derechos de los trabajadores.

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