Platicando con El Truko

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Yo inicié la conversación diciéndole que varios de mis amigos panistas estaban decepcionados porque esperaban que asumiera una posición de liderazgo, aprovechando el trabajo político realizado en la campaña por la gubernatura, y que se deslindara del ex gobernador.

El Truco respondió que sentía gratitud a quien lo hizo candidato y secretario de gobierno, y también habló de los tiempos políticos y de que no le representaba ninguna ventaja romper en ese momento con Cabeza de Vaca. Afirmó que lo más probable es que irían en coalición en el 2024 y que los candidatos los definirían a nivel central.

Le pregunté si su hijo sería candidato en Xicotencatl, y respondió que lo estaban valorando, que vivían tiempos difíciles, que el Ayuntamiento de su tierra tenía recursos muy limitados y los habitantes tenían muchas carencias y limitaciones y que era muy complicado estar a la altura de las necesidades y expectativas, agregando que para hacer un papel «decoroso» había que meterle dinero propio, y que si no se iba a hacer un buen trabajo, era preferible quedarse al margen.

Me comentó que había tres escenarios para él: dirigir el partido, que ya lo hizo antes y que no le resultaba atractivo si no tendría la oportunidad de definir los candidatos; competir por la diputación federal, recordando que ya fue diputado y que fue en San Lázaro donde nos conocimos, y buscar un escaño en el Senado de la República, lo que me pareció que se trataba de su primera opción, su plan A.

Me comentó que se quedó a vivir en la capital del Estado, que recién había visitado a Cabeza de Vaca en Estados Unidos, que no estaba viviendo en Xicotencatl y que muy pronto vendría a Reynosa, ofreciendo avisarme para reunirnos y platicar.

Salió el tema del control del Congreso del Estado, y cuando lo abordó dijo ¿No entiendo cómo es que no han podido controlarlo?. Cuando me preguntó a mi para que quería el gobierno en funciones el manejo del legislativo, le respondí con una verdad de Perogrullo, con una obviedad (desde mi perspectiva): «para lo mismo que lo usaron ustedes y para destrabar el desmadrito que les dejaron».

Repitió la cantaleta que ha quedado como la última defensa del vacato, el argumento de la seguridad que teníamos en el cabezato y la preocupación porque se está perdiendo en el sexenio en curso. Le dije que yo veía que combatieron a varios grupos, para que reinará en solitario el «cartel de las vacas locas»… «Si lo quieres ver así, está bueno, pero mantuvimos a raya a la delincuencia», fue su contra argumento.

A pregunta directa me respondió que muy probablemente los candidatos fueran: en Matamoros Leticia Salazar, en Victoria Oscar Almaraz y en Reynosa, municipio donde resido y por el que pregunte varias veces, se negó a dar un nombre y prefirió platicarme un procedimiento, que yo interpreto como el método para descartar a los que la buscan por el PAN (Cacharro Cantú, Raúl García, Leticia Gutierrez, Myrna Flores), para eliminar a priistas y perredistas, y para finalmente salir con un empresari@

De la conversación con él excandidato a gobernador, me quedo con la frase que expresó y explicó a detalle: «es tiempo de hacer política», es tiempo de pedir, ya no podemos ordenar, ya no tenemos el poder, yo siempre pedí las cosas de buena manera, aún cuando tuve el poder para ordenar y resolver con una instrucción, es momento de convencer, pedir favores, solicitar apoyo.

Me parece que es correcto este pensamiento, esta actitud, y también me parece que ese universo de personas a las que les pueden pedir, con expectativa de recibir y ser favorecidos, lo redujeron a su mínima expresión en los seis años de vacato, en el sexenio de gobierno panista, tiempo en el que se concentraron los beneficios y las riquezas en unos cuantos, muy poquitos, y se multiplicaron los agravios, las ofensas, las descortesías y los malos tratos.

Aunque no oculta su animadversión a los periodistas, ni lo intenta siquiera, no deja de ser interesante platicar con el político de la zona cañera que ha tenido mucho éxito a pesar de ser un tipo rústico, chilero, frontal, transparente, sencillo y muy negociador… Que nunca tuvo problemas con los gobernantes priístas y que no se ha confrontado con el de ahora.