Que es mucha la ambición que tiene, es lo único que puede demostrar, hasta la fecha, el secretario de Administración del gobierno de Tamaulipas, Jesus Lavin Verástegui.
Abusando de la confianza que aún le tiene el Jefe del Poder Ejecutivo, el primo del Truco Verástegui acaparó dos posiciones en el gabinete: la Secretaría de Administración, que él mismo jefatura, y la Contraloría, que maneja a través de Norma Angélica Pedraza Melo.
Para ocupar las posiciones más importantes en esas dos dependencias, abrió la nómina para la clicka que le ayuda a regentear la Facultad de Contaduría Pública y Administración Victoria.
Con Lavin, se ha llegado al absurdo de colocar al frente de la dependencia que vigila que los actos de gobierno estén apegados a la ley, -en la Contraloría-, a un individuo que es “dobletero”, un personaje que al igual que Lavin, sirve a dos patrones.
Pero no sólo Jesús Lavin y la contralora Angelica Pedraza tienen la fortuna de cobrar dos salarios (y compensaciones) por trabajos de tiempo completo, – en el que necesariamente incumplen en uno, sino es que en ambos-, son varios los funcionarios que tienen altos cargos en las Secretarías de Administración y Contraloría, sin soltar la generosa ubre universitaria.
La salida de Lavin del gabinete no debe demorar mucho tiempo. Sus desencuentros verbales con su jefe son cada vez más frecuentes y rispidos. Parece que Lavin no ha entendido, ni actuado, conforme a la transformación que ha experimentado su jefe, su conversión a titular del gobierno del Estado, lo que lo convierte en el hombre más poderoso de Tamaulipas, aunque por razones de estilo siga pareciendo que es el mismo.
Lavin quiere ensanchar sus áreas de influencia. Si por él fuera, ya hubiera fusionado la secretaria de Administración y la Contraloría, con la rectoría de la Universidad, cargo al que aspira y por el que lucha sin disimular ni ocultar sus ambiciones.
Hacer las denuncias por las vías institucionales correspondientes, es inútil, pues sería tonto esperar que la Contralora Norma Angélica Pedraza Melo se investigue y sancione a si misma o a su patrón y líder político, Jesús Lavin Verástegui. Tampoco van a proceder con la docena de “dobleteros” que abandonaron sus escritorios y/o su cátedra en la Facultad de Contaduría, para atender los generosos negocios que están haciendo en las secretarías del Chucho Lavin.