Pueblo Viejo; Ver.-Los diversos contenidos musicales a los que están expuestos menores de edad, podrían incidir en determinadas actitudes al adoptar y emular estereotipos negativos.
Al respecto la regidora de la comisión de educación Edna Piñeiro de la O, dio a conocer que esto es reflejo de una sociedad que va alejándose cada vez más de los de los valores y reglas morales; el surgimiento estilos musicales como el reggaetón, los narcocorridos, y ahora los denominados «corridos montados», reflejan la decadencia musical.
Explico que primero son las palabras y después las acciones, menores de edad y adolescentes que están en procesos para definir su carácter y personalidad, expuestos sobremanera a este tipo de contenidos tan sexualizados, en donde además se hace apología de la violencia y los protagonistas de los temas son hombres que rompen reglas a nivel de temas de justicia, donde las letras de las canciones acciones son acciones delictivas, se promueven, vicios y excesos sexuales.
Es aquí donde los padres deben de tener atención al orientar y exhortar a sus hijos sobre estos contenidos en la música ya que al ser menores de edad y sin tener un consejo de sus mayores, consideran que es normal e incluso apetecible incurrir e imitar acciones que al final son estereotipos negativos.
Agregó que hay ritmos excesivamente sexualizados en donde el papel de la mujer parece ser el de un objeto meramente sexual, la imagen de ellas es denigrada y los protagonistas son hombres machistas controladores que deciden que hacer con los cuerpos de las féminas.
Admitió que todo esto se fortalece por un contexto de falta de valores desintegración familiar falta de educación, porque a veces son los mismos padres los que escuchan este tipo de música y el menor crece con estas ideas y desde temprana hora inicia su precocidad pues le llama la atención el sexo y hablar de forma a soez y vulgar.
Por todo lo anterior la titular de la comisión de educación indicó que se debe de reforzar el vínculo de comunicación en la familia, se debe orientar y no castigar a los menores para que entiendan que todo se debe dar a su debido tiempo que hay etapas y ciclos que deben de vivir y otros que en su calidad de adultos podrán decidir.