Pueblo Viejo, Ver.-La sobreexplotación de especies de escama que se está registrando en el río Pánuco, ha complicado severamente la situación económica de los pescadores libres.
La anterior porque pasan largas jornadas lanzando las atarrayas esperando lograr capturas que resultan cada vez menores, y debido a los daños que ocasiona la pesca furtiva, las especies cada vez son más pequeñas y no pueden comercializarlas.
Ante tal panorama muchos de los dedicados a esta labor han optado por buscar otras alternativas, y es el ambulantaje regularmente la primera a la que se integran. Por lo cual es muy común verlos vendiendo diversos productos.
Al respecto Marco Mendoza Sosa, pescador libre de la colonia California, refirió que ha aprovechado los eventos masivos para vender frituras y chicharrones de harina en estos puntos, buscando contar con un mayor ingreso, otros realizan la venta de aguas frescas, además de pays y golosinas.
Agregó que anteriormente también buscaban alternativas como albañiles, sin embargo las obras están saturadas ya que hay muchos sin empleo, y acamparan estos puestos por lo que también han buscado realizar chapaleo en predios o labores de jardinería; sin embargo gente que anteriormente les contrataba, ahora no tiene recursos para hacerlo.
Indicaron con tristeza y molestia que si las cooperativas organizadas que se supone tienen garantías ante la ley y el respaldo del gobierno están en condiciones de abandono, que se puede de esperar del gremio de los pescadores libres que siempre han sido marginados y que ahora luego de la pandemia enfrentan condiciones muy graves que en varios casos ya rayan en la miseria.
Lo que se refleja en los menores ingresos que llegan a los hogares, y en la limitada alimentación que se le ha reducido a sopas, frijoles, verduras, como nopales, y otras ya que no hay dinero para la compra de huevo mucho menos para carnes de pollo o res.
Por Francisco Javier Díaz