Los voceros de cabeza moralmente derrotados

La Hoguera

Por Gerardo Vallejo Tijerina

La derrota más allá de ser una realidad objetiva, es también un sentimiento. Se puede sentir uno derrotado sin estarlo realmente, o estarlo efectivamente sin sentirlo. Pero hoy la realidad y el sentimiento van de la mano: los panistas se sienten derrotados porque efectivamente lo están.

Por eso recurren a la victimización para tratar de ganar adeptos con historias de persecución política que dan risa porque obedecen claramente a una estrategia dictada desde otras latitudes, por personas con las que nunca han tenido contacto ni lo tendrán.

Porque los observan desde una posición de ventaja que les impide verlos como iguales, Aun así obedecen a ciegas los dictados de las estrategias que buscan perpetuar sus intereses.
Sin el mayor pudor Melitón García de la Rosa sigue el guión dictado por Enrique Krauze desde los Estados Unidos a través de una columna publicada en el Washington Post donde comparó al presidente Andrés Manuel López Obrador  con Enrique II de Inglaterra, cuyos dichos motivaron el asesinato del Arzobispo Thomas Becket en el siglo XII.
Una vieja estrategia utilizada por aquellos que son incapaces de conmover a la gente y por eso recurren a la queja y al lamento para obtener la atención emocional que necesitan para imponer sus voluntades.
Se sienten derrotados de antemano y por eso recurren a la manipulación emocional, como una forma de atraer el interés de la gente.
Se escudan en la victimización para no responsabilizarse de nada, todo malo que les ocurre es siempre por culpa de los demás, son incapaces de reflexionar y analizar sus actos y su relación con su entorno, encerrándose en su papel de víctima.
Los panistas, el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y los periodistas fieles a las prebendas que les daba recurren a esta estrategia como última instancia ante la indiferencia de la gente que los conoce y por eso votó en contra de ellos.
Melitón García de la Rosa se equivoca al pensar que la gente todavía puede ser engañada con viejos trucos.
Los ciudadanos ya están curados de espanto y saben cuando les mienten, cuando tratan de manipularlos con representaciones tan pobres como la que hizo este personaje que dice tener miedo y aún así repetir reiteradamente donde pueden encontrarlo.
Así como Melitón García, que hoy llora y añora el presupuesto azul, y que perdió la memoria el día que su jefe, el delincuente Cabeza de Vaca, perdió el poder y casi su libertad; igual Óscar Diaz Salazar que sirvió a Cabeza hasta que le mordió la mano al ex gobernador, u otros sicarios de las redes sociales como Gildo Garza, o el mismo José Ángel Solorio, que de historiador nada tiene, y que es un depredador de los presupuestos de doble moral que se dice de izquierda y sirve a la derecha.
Lo que tienen que hacer estos voceros del PAN, es repensar su relación con la sociedad, con los grupos de interés a los que defiende, y el legado que quiere dejarle a sus hijos. Porque no hay nada más preciado que la reputación y esa se gana con trabajo, con disciplina, y con mucha honestidad.