Ayer por la tarde, llegue ídem (tarde, retrasado) a la cita de los jueves, que tengo con un grupo de amigos con los que me reúno para charlar y disfrutar de bebidas de adultos (te de manzanilla, te de canela, chocolate caliente y café, para los más atrevidos).
El tráfico estuvo muy lento en la calle Elias Piña, también conocida como la calle de la Feria, siendo la Feria y Exposición de Reynosa un evento que cambió de sede, desde hace dos décadas por lo menos.
El estacionamiento del Gimnasio Multidisciplinario de la UAT, estaba lleno, así como las calles aledañas al complejo deportivo universitario. Había muchos automóviles y asistentes que llegaban a pie al sitio donde (ayer) no sabía que estaba ocurriendo, y que hoy me entero, fue una celebración de los trabajadores petroleros, que se reunieron para convivir y elegir a la Reyna del Petróleo y al Rey Chapopotero.
Me dio mucho gusto saber que la representación sindical tuvo éxito en convocar y reunir a la familia petrolera, para retomar una actividad que tenía muchos años de no realizarse, desde que el nefasto Moisés Balderas se apoderó de la dirección gremial, para dedicarse única y exclusivamente a lucrar con el cargo, desatendiendo la defensa de los derechos laborales, la pérdida de prestaciones y el remate de los bienes sindicales.
Pero no es el propósito de este texto reseñar el muy negativo periodo de Moisés Balderas como líder de la Sección 36 del STPRM. Hoy quiero aplaudir la iniciativa de los trabajadores petroleros para retomar festejos como los que tuvieron ayer por la tarde, en los que se eligió a la soberana del petróleo y al monarca del chapopote, en un ambiente festivo que nos remueve recuerdos de épocas de bonanza en las familias petroleras de la región, épocas de bienestar, de alegría, de derroche, de generosa derrama económica que alcanzaba al resto de la comunidad.
Que el gremio petrolero tuviera que alquilar una sede ajena para llevar a cabo su fiesta, nos habla del perjuicio al patrimonio de la Sección 36, heredado por Moisés Balderas. Espero que el próximo año se lleve a cabo esta fiesta en algunos de los muchos recintos que posee el sindicato.
Por lo pronto, saludo con respeto y alegría a la Reyna del petróleo y al Rey Chapopotero, a quienes expresó mis mejores deseos para que en su reinado abunde el trabajo, la felicidad, la salud y el compañerismo entre sus súbditos, entre los trabajadores de Petróleos Mexicanos y sus familias.