Si no es por el Brexit, ¿por qué Reino Unido no tiene frutas y verduras y la UE sí?

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Brexit means Brexit (Brexit significa Brexit) fue una de las frases más repetidas en Reino Unido desde que el 23 de junio de 2016 una escueta mayoría de la sociedad (un 51,9%) decidiera en referéndum abandonar la Unión Europea. Un leitmotiv que significaba que los británicos apostaban por el divorcio con todas las consecuencias.

Aunque probablemente sus impulsores no llegaron a analizar en profundidad todas las consecuencias negativas que iba a tener esta decisión y que han sido visibles una vez consumada la ruptura. Más burocracia, escasez de trabajadores, caos en el transporte y falta de alimentos. De hecho, esta última está provocando que los supermercados se hayan visto obligados a racionar productos frescos como frutas y verduras.

El Brexit está teniendo que ver en la escasez de frutas y verduras en los supermercados. (Photo by Jon Super/Xinhua via Getty Images)
El Brexit está teniendo que ver en la escasez de frutas y verduras en los supermercados. (Photo by Jon Super/Xinhua via Getty Images)

Unos alimentos básicos que no están llegando a Reino Unido de la forma que se necesitaría. Cabe recordar que en invierno, el país necesita importar alrededor del 95% de los tomates que se consumen. Una dependencia exterior y, más concretamente, de la Unión Europea, que deja a la nación en una situación de vulnerabilidad absoluta cuando no se dan las condiciones idóneas. Y es lo que está pasando ahora.

Todo aquel que acude a un Tesco, la cadena de supermercados más grande del país, solo puede llevarse tres unidades de pimientos, pepinos y tomates. En otra cadena, Asda, las limitaciones incluyen tres artículos por cliente de lechuga, bolsas de ensalada, coliflor y frambuesas. Si se acude a Morrisons, solo es posible comprar dos lechugas, tomates, pepinos o pimientos.

La escasez de productos de primera necesidad es grave y son necesarias estas restricciones, aunque tanto las autoridades como los establecimientos niegan que la culpa sea del Brexit y aluden a las malas condiciones climáticas que se están viviendo en el sur de Europa y el norte de África, que han afectado a las cosechas.

Las fuertes lluvias y el frío intenso son, desde luego, factores que han tenido su peso, pero no son los únicos. También se encuentra el desafío logístico que supone enviar los productos a la isla después del Brexit, con controles y burocracia que antes no había. Además, ante la escasez, lo normal es que suban los precios, algo que los supermercados británicos pueden no estar dispuestos a asumir.

Como telón de fondo, una realidad. Si la Unión Europea está experimentando una escasez de producción, tiene todo el sentido del mundo que primero atienda a su demanda local, es decir, los países que forman parte de los 27, lo que deja menos productos para exportar al Reino Unido.

Cartel en un supermercado Asda en el que se anuncia que solo se pueden llevar tres unidades.  (Photo by Yui Mok/PA Images via Getty Images)
Cartel en un supermercado Asda en el que se anuncia que solo se pueden llevar tres unidades. (Photo by Yui Mok/PA Images via Getty Images)

Y pese a que se habla de escasez, lo cierto es que los supermercados de la UE no están aplicando ningún tipo de restricción. Tampoco en Irlanda, donde se está experimentando falta también de frutas y verduras, pero donde la situación no es ni mucho menos similar a la que enfrenta el Reino Unido.

Es decir, por mucho que las autoridades británicas insistan en que el Brexit no es el causante, parece claro que con estas circunstancias Reino Unido está experimentando unas dificultades mayores que la Unión Europea.

A toda esta problemática se une la mala situación que viven los agricultores británicos. Los altos costes de la energía están lastrando la producción de frutas y verduras en los invernaderos con calefacción. Además, el precio del combustible y las enfermedades del tomate tampoco ayudan.

El resultado de esta tormenta perfecta es este racionamiento que parece que se va a producir durante algunas semanas más. Mientras tanto, las encuestas señalan machaconamente el error del Brexit. Los últimos datos, de febrero de 2023, señalan que el 54% de los británicos cree que fue un error, mientras que un 33% considera que fue acertada la ruptura.