La leyenda dice que fue en el Tec de Monterrey, donde se conocieron y coincidieron en el tiempo, en calidad de estudiantes, José Ramón «Pepillo» Gómez Resendez y Manuel Cavazos Lerma.
Él matamorense financiaba sus estudios con una beca que le obligaba a realizar algunos trabajos en el campus universitario y el reynosense venia de familia con solvencia económica.
Cuenta la historia que el estudiante de ingeniería Gómez Resendez, solía obsequiar propinas generosas al estudiante de economía Cavazos Lerma, que se ocupaba de asear las mesas de la cafetería y servir los alimentos.
Con el transcurrir de los años, Manuel Cavazos cursa una maestría en Londres, Inglaterra, es funcionario en la Secretaria de Gobernación, es diputado federal por el distrito de San Fernando, vuelve a ser diputado federal, luego coordinador estatal del Programa Nacional de Solidaridad, senador de la República, candidato a gobernador y gobernador.
Por su parte, «Pepillo» Gómez Resendez, consolida su empresa dedicada al transporte (pipas) y otros negocios.
La relación de estudiantes entre los jóvenes de Reynosa y Matamoros, se fortalece con el tiempo, y por eso es que en la época del cavacismo, Gómez Resendez fue presidente del Consejo de Administración de la COMAPA Reynosa, y se dice que declinó el ofrecimiento de Manuel Cavazos Lerma, para ser candidato del PRI a la presidencia municipal de Reynosa.
Pepillo Gómez Resendez es suegro de Cabeza de Vaca. Fue el patrocinador de las primeras campañas del esposo de su hija Mariana. Fue quien consiguió el patrocinio de varios de sus amigos empresarios, para solventar las aventuras políticas del padre de sus nietas.
Creo oportuno compartir estas historias, aunque son del dominio público en Reynosa, en ocasión del triunfo en la elección de senador de José Ramón Gómez Leal, Jota Erre, quien es hijo de Pepillo Gómez Resendez.
He escuchado y leído en muchas ocasiones que Jota Erre es cuñado de Cabeza de Vaca. Entiendo que recordar ese vínculo tiene el propósito de endosarle el desprestigio de Francisco N. Pero me parece que el dato más importante, para el análisis político, es el factor común (político y económico) entre el ex gobernador Cabeza de Vaca y el personaje que, con el resultado de la elección de este domingo, se coloca en la punta de la carrera por la sucesión gubernamental, y aquí me refiero a Jota Erre.
Que Cabeza de Vaca hubiera sido gobernador, se podía entender cómo mérito único y exclusivo del yerno del señor Gómez Resendez; pero que otro cercano familiar al transportista de Reynosa se coloque cerca de alcanzar la gubernatura, en otro tiempo y con otras siglas, amerita estudiar lo que hay detrás de estos personajes, y lo que encontramos es un empresario que le sabe a la política, que le apuesta a la formación de políticos, que está dispuesto a invertir a largo plazo y que tiene ascendencia sobre otros empresarios.
El tema es interesante y reconozco que me falta información para profundizar en el asunto. Pero creo que no ando tan errado al proponer que el protagonismo y vigencia de ese clan (en el sentido original de esta palabra) se deben en gran medida al ingeniero Gómez Resendez, y que él cabecismo en realidad es solo una ramificación del «pepillismo» o como quiera usted llamarle al grupo político – empresarial cuyo eje es el propietario de Transportes GOR.