Del 2013 al 2015 tuve la oportunidad de conocer, analizar, discutir y votar la Tabla de valores catastrales de Reynosa. En los tres años en los que participé en la revisión del documento que asigna valores promedio (catastrales) a los terrenos -y sus construcciones- de colonias, calles, sectores, parques industriales, parcelas, terrenos rústicos, urbanos y semiurbanos y corredores industriales, en los tres ejercicios anuales me di cuenta que había sectores que eran favorecidos por las autoridades para subvaluar las propiedades y para que sus propietarios pagaran «menos» por concepto de impuesto predial.
Hurgando en mis recuerdos, y por lo mismo sin poder compartirles la información probatoria, les puedo decir que los parques industriales estaban tasados muy abajo de su valor real, esto es que su valor catastral era mucho menor que el valor comercial.
Apelando a mi memoria les puedo compartir un ejemplo, que me parece conserva su vigencia, pues el Congreso del Estado no ha validado el incremento en los valores catastrales que el Ayuntamiento ha propuesto desde hace siete u ocho años de manera reiterada año con año. Es el caso de la colonia Del Valle, de estrato socioeconómico medio, tasada en el mismo valor que el exclusivo fraccionamiento residencial «Las Haciendas».
Por eso creo que le ha fallado al gobierno de Reynosa la estrategia de medios para convencer a la población de la conveniencia de esos ajustes a la Tabla de Valores Catastrales, que se ha manejado como un intento de subir el impuesto predial de manera indiscriminada, parejo, para todos y con el único afán de obtener más dinero.
Me parece que no han sabido explicar a los ciudadanos que se trata de ajustar los valores, a la alza, en donde es evidente la Sub valoración.
No está de más recordar que el impuesto predial se establece multiplicando un factor, por el valor catastral promedio de cada metro cuadrado, por el número de metros que conforman el área del terreno. De aquí se deduce que no es lo mismo incrementar el «factor», -que tendría el propósito de aplicar un incremento general-, que actualizar la tabla de valores, para que cada terreno del municipio tenga un valor catastral más apegado al valor comercial.
Es obvio que no queremos que nos aumenten los impuestos, y para ser más sinceros: no queremos pagar impuestos. Pero el predial es el impuesto en el que tenemos más certeza de que nos sea regresado, a quienes lo pagamos, pues lo recaudado lo maneja, y lo debe invertir, el gobierno municipal, en obras y servicios para los reynosenses.
A manera de conclusión les diré que estoy de acuerdo en que todos paguemos el impuesto predial y que nadie tenga privilegios, como los propietarios de parques industriales o de propiedades comerciales o de sectores residenciales tasados muy por debajo de su valor real, de su precio comercial.
Concluyo expresando mi reconocimiento al presidente municipal, por atreverse a hacer cosas buenas que parecen malas; por su valor para tomar medidas que además de impopulares, son políticamente incorrectas.
La propuesta para ajustar la Tabla de valores catastrales, la decisión de enterrar la obra pública, mediante la fuerte inversión en la reposición de tuberías de agua y drenaje y la aplicación a rajatabla del Reglamento de tránsito, con abusos incluidos, son medidas que a la larga le hacen mucho bien a la ciudad, pero en el corto plazo, abonan a alejarse de la posibilidad de una reelección.