La llegada de personajes de la política del sur de Tamaulipas a cargos estatales o federales, siempre debe ser de beneplácito para todos, tanto ciudadanos como quienes viven del erario público, pero cuando arriba gente que solo tiene como objetivo servirse y no hacer nada de chamba, eso decepciona a cualquiera.
Uno de los casos más sonados en los recientes años, es nada menos que el del ex presidente del PRI en Tampico, SERGIO VILLARREAL BRICTSON, quien por obra y gracia de quien sabe quien, llegó a convertirse en empleado de la polémica ROSARIO ROBLES BERLANGA, cuando la ex funcionaria tomó las riendas de SEDATU a nivel nacional.
Pero salieron igual de «fichitas», (por eso el refrán que señala que Dios los Cría y ellos se Juntan), pues ROSARIO ROBLES nombró al frente de la Delegación de la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en Tamaulipas, nada menos que a VILLARREAL BRICTSON, alguien quien en vez de satisfacciones, dio mucho de que hablar, pero de forma negativa.
SERGIO VILLARREAL, contratista del gobierno estatal en ese momento, excandidato del PRI a diputado federal y exlíder del Partido Revolucionario Institucional en Tampico, comenzó a hacer de las suyas, es decir a hacer negocio en vez de dar resultados a la ciudadanía.
Al momento de tomar el cargo federal, era miembro del consejo y representante legal de “CONSTRUCTORA MUNDI S.A. DE C.V.”, empresa que recibió contratos de obra pública del gobierno municipal de Tampico en 2014, esto al participar en el equipo de campaña de GUSTAVO TORRES SALINAS, quien fuera candidato a la presidencia municipal de Tampico, ganando el proceso electoral y con ello recompensando a su amigo, lo cual le permitió «ganar» muchos contratos por licitación.
A pesar de asumir la presidencia del Comité Directivo Municipal del PRI de Tampico en febrero de 2014, SERGIO VILLARREAL continuó con los negocios de la construcción con los gobiernos.
Su ambición no se detuvo ahí, pues quiso convertirse en diputado federal, pero su nulo trabajo partidista solo le permitió alcanzar la posición 29 en la lista de aspirantes plurinominales, por lo que no le alcanzó y se quedó todo en un solo un sueño.
Fue en 2017 cuando VILLARREAL BRICTSON fue nombrado Delegado Federal en Tamaulipas de la SEDATU, cargo importante y muy relacionado al giro de las empresas a las que pertenecía, decir a la construcción, pues dicha secretaría realizaba obras diversas en toda la entidad.
Pero fue ahí donde comenzó el problema, pues el funcionario federal, a pesar de conocer el procedimiento para la realización de proyectos, simplemente no hacía nada, una prueba de ello es que se desarrollaron varios proyectos en la parte norte, centro y sur de Tamaulipas, pero con un pequeño contratiempo, muchos de ellos fueron realizados, pero no pagados.
Así es, los constructores en su momento absorbieron parte de las inversiones, con la promesa de pago de SEDATU, pero nunca lograron cobrar, y al momento en que se dirigían a SERGIO VILLARREAL BRICTSON para que les respondiera, el «servidor público» se escondía, no contestaba los teléfonos, o sea, se hacía como que la virgen le hablaba.
De pronto SERGIO VILLARREAL, a pesar de estar en funciones se hizo ojo de hormiga hasta que concluyó el sexenio federal y que tuvo que dejar el cargo, llevándose con él varias deudas, y solo para que se tenga una idea de lo que hablamos, en el sur, quedaron sin pagar alrededor de 10 millones de pesos a constructores, afectándolos no solo a ellos, sino a la mano de obra y diferentes sectores del ramo de la construcción, quienes tampoco cobraron lo que les correspondía, al no haber pago de la SEDATU, pues SERGIO VILLARREAL BRICTSON, se hizo auténticamente «el tío Lolo».
Al parecer a este señor ya le dio Alzheimer, pues ya no se acuerda de su turbio y deficiente paso por el servicio público, ya que esta «fichita» no solo «se trepó» de manera oportunista al barco de MORENA, sino que ahora persigue al gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, con la finalidad que lo tome en cuenta y alcanzar un «huesito», además de soñar con ser nuevamente candidato a un cargo de elección popular, pero ya no por el PRI, sino por los guindas, algo que no es bien visto por aquellos que se han trabajado desde abajo en este partido, pues consideran que oportunistas como SERGIO VILLARREAL, quien no ha hecho nada por MORENA, no debe tener cabida, ni como brigadista de crucero… DE FACTO!!!…