La disputa por el gabinete

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Desde hace un buen tiempo se había formado una coalición de políticos que son morenos, pero no incondicionales del hoy gobernador electo, Américo Villarreal Anaya, constituyendo un agrupamiento al que un analista político identificó como el «eje del mal», pero que yo prefiero denominar como el eje norte – sur, y que integran los grupos de Reynosa y Ciudad Madero.

En los últimos días, y en el marco de las ceremonias de los informes municipales de gobierno, se ha puesto en evidencia que al eje norte – sur, se han incorporado dos políticos que son cabeza de grupo y presidentes municipales de las esquinas noreste y noroeste del Estado, constituyendo el eje transversal, que podemos denominar como el eje este – oeste.

De las presencias y ausencias en los informes de gobierno, observamos que ya existe un bloque de políticos de los ejes norte – sur y este – oeste, que albergan sentimientos de inconformidad, porque no han sido considerados para integrarse el gobierno del Estado, que habrá de debutar en menos de tres semanas.

De Nuevo Laredo, se dice que Carlos Cantú Rosas no será Secretario General de Gobierno, existiendo varias versiones que explican esa ausencia en el gabinete, desde que no tiene su situación legal en regla, hasta que los espacios y la interlocución con los políticos del municipio, se hará con los Cantú Deandar.

De Reynosa, se rumora que el gobernador, desde hace un buen tiempo, dio muestras de que no pensaba cumplir con el compromiso de hacer secretaria a la Doctora, porque la posición estaba reservada para su cuate Vicente Joel Hernández.

De Matamoros, se habla de un agravio doble al jefe de la comuna, siendo el primero la negativa a concederle la Secretaria de Finanzas, y el segundo, y que mucha molestia causó, es el invitar a su rival política, Adriana Lozano González, precisamente a esa posición.

Mal comienza la relación del gobernador electo con los presidentes municipales que operaron y contribuyeron a su triunfo, en sus respectivas zonas de influencia.

El Doctor Américo Villarreal debe recordar y considerar que, en este mismo sexenio que agoniza, los grupos de Reynosa y Nuevo Laredo, al recibir un mal trato de Francisco N, pasaron de ser aliados a rivales, y de ayudar en los triunfos panistas, a derrotar a los panistas con las siglas de morena.

Por lo antes expuesto, no resulta muy aventurado pronostícar el regreso del PAN, en el 2024, a las ciudades de los ejes norte – sur y este – oeste o que el mapa político de Tamaulipas se pinte de naranja, naranja, como ya se está trabajando.