No se ve la obra del presidente Carlos Peña

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Para entender y valorar con justicia lo que hizo, – y lo que no hizo-, el presidente municipal de Reynosa, durante su primer año de gestión, les contaré una historia de mi vida personal y familiar.

Desde hace una década hábito, con mi familia, en la vivienda donde residí cuando era niño. La casa familiar tiene más de cincuenta años, por lo que es lógico esperar que varios de sus componentes o sistemas dejen de funcionar, porque ya agotaron su vida útil, y es necesario sustituirlos. Así ocurrió con las tuberías de drenaje y de agua potable.

Para hacer el cambio de esas tuberías, fue necesario abrir una zanja en el patio, con el inevitable daño al jardín, que provocó la molestia de mi hijo y su madre, que fueron los que sembraron y cuidaban las plantas.

Reponer las tuberías representó: daños al jardín, polvo en abundancia en el interior de la vivienda, suspensión por un par de días del suministro de agua, restricción para usar los baños y lavadora, múltiples vueltas a la ferretería, mover las mascotas (perros) a un sitio acotado, gastar en los materiales, pagar los honorarios de los trabajadores, cancelar salidas y diferir compromisos para estar al pendiente de los trabajos, molestar familiares para bañarse en casa ajena y lidiar con trabajadores.

Luego de tres días de trabajo, el drenaje y las líneas de agua potable, de la casa familiar, estaban listas para usarse nuevamente. Los daños en el jardín ahí seguían, el dinero salió de la cartera, aún había polvo en abundancia en la casa.

Y todos esos gastos y molestias no representaron un beneficio palpable o visible. No percibimos mejoría alguna en nuestra casa, pues ya gozábamos de los servicios de agua potable y drenaje.

Eso es lo que ocurre con este primer año de actividades del presidente Carlos Peña Ortiz, quien tuvo la sensatez y el acierto de declarar al 2022 como el año del agua, para lo cual dispuso que más del sesenta por ciento del presupuesto municipal para obra pública se destinará al tema del agua potable y el drenaje.

Carlos Peña hizo lo correcto. Han sido muy apropiadas e inteligentes sus prioridades, al colocar el tema del agua en el primer lugar de sus ocupaciones y su gasto.

Desde luego que eso acarrea un gran costo político. Yo lo experimenté con las obras de reposición de tuberías en mi casa, que mucha molestia provocaron en mi entorno cercano.

Será tarea del equipo de prensa del presidente municipal, explicar y convencer a los ciudadanos, de las bondades y la sensatez que representa lo realizado en este primer año de actividades, en una obra que no se ve, porque está enterrada, y que poco se aprecia, porque ya teníamos esos servicios, que agotaron su vida útil y se necesitaba reponerlos.