Desde que se «suicidó» la esposa del ex director de la Policía Judicial de Tamaulipas, Oscar Mario Hinojosa, quedó la sospecha de que el viudo era uxoricida.
Entre sus antecedentes, refieren que fue su padre, abogado litigante, quien lo encaminó al ambiente policiaco y de la procuración de justicia, y que en el tiempo en que laboraron ambos, el hijo como autoridad y el padre como litigante, se ayudaban mutuamente, lo que resulta normal entre un padre y un hijo, pero que es ilegal cuando se trata de «desaparecer» armas que prueban la culpabilidad del cliente del abogado.
La adicción a los medicamentos controlados se le acentuó desde el «incidente» en que se suicidó su primer esposa, aunque ya desde antes le apodaban el «Diazepan Hinojosa», en el mundo de la policía, los ministerios públicos y la litigada.
Un litigante veterano, muy enterado de lo que pasaba en la «Procuraduría de Justicia de Tamaulipas», en los últimos treinta años, me confirma que durante el «reinado» del otrora «Baby Face», (cara de niño) Oscar Mario Hinojosa, en la policía ministerial, operaba y brindaban protección a una banda de secuestradores, que dio varios y muy lucrativos golpes, hasta que se toparon como el empresario regiomontano de apellido Cervantes Espeleta, y el asunto cobró mucha notoriedad en los medios de comunicación de Nuevo León, generando una pésima, aunque bien ganada, fama al gobierno de Tamaulipas, a cargo en ese tiempo de Tomas Yarrington.
El policía judicial Oscar Mario Hinojosa, el Diazepan Hinojosa para sus viejos conocidos, hoy quiere incursionar en la política. Quiere dejar atrás su faceta de bandido con licencia, y enredado en la bandera de morena, cobijado con las siglas de moda, las más prometedoras, las que se visualizan más lucrativas, se dispone a preparar el camino para heredar la presidencia municipal de Nuevo Laredo.
Se atiene a sus millones; a su cuantiosa fortuna, multiplicada ene veces desde que contrajo «patrimonio» con la hija del ex alcalde y ex dirigente nacional del PARM, Carlos Enrique Cantú Rosas; se atiene también a su pertenencia, por la vía matrimonial, al clan de los Cantú Rosas, a eso se atiene para aspirar a la alcaldía de Nuevo Laredo, municipio donde no reside, aunque tenga propiedades, pues su domicilio habitual está en Laredo Texas.