El primer damo de Nuevo Laredo

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Si bien la presidenta municipal de Nuevo Laredo, Carmen Lilia CantuRosas, había tenido la prudencia y el buen tino de no inmiscuir a su esposo, el ex policía Oscar Mario Hinojosa, en la administración municipal, y mucho menos en la presidencia del patronato del sistema para el desarrollo integral de la familia, o DIF Nuevo Laredo, hoy nos enteramos que el Primer Damo de Nuevo Laredo sucumbió a la tentación del protagonismo, y decidió ponerse al frente de las brigadas que realizan proselitismo a favor de morena y su candidato a gobernador, Américo Villarreal Anaya.

El ahora Primer Damo de la capital del comercio internacional por vía terrestre, Óscar Mario Hinojosa, fue jefe de la policía judicial, hoy ministerial y siempre perjudicial, en las peores épocas de esa corporación, que para ser justos, han sido igual de malas y peores las de los últimos cinco sexenios.

Es de agradecer que la presidenta totalmente palacio, Carmen Lilia CantúRosas, decidiera confiar a su hermana el manejo de la política, el presupuesto y las oficinas a cargo de las tareas asistenciales del gobierno municipal, y no al «chota» que eligió como cónyuge, y que por cierto nunca ha podido aclarar satisfactoriamente el episodio que le hizo cambiar su estado civil al de viudo.

Los que conocen al policía perjudicial Oscar Mario Hinojosa, señalan que si hubiera decidido asumir las tareas que tradicionalmente se asignan a los espos@s del president@, y que por esa circunstancia fuera el jefe de la oficina encargada de proteger a las mujeres maltratadas, que eso sería como poner a la iglesia en manos de Lutero, o dicho en términos rancheros: sería como poner al coyote a cuidar a las gallinas.

Pero el mismo cuidado que tuvieron para no confiar a un policía la conducción del DIF municipal, lo hubieran tenido para no mezclar al primer Damo neolaredense con morena y con la campaña del candidato a gobernador, hoy más que nunca necesitada, – la campaña, el partido y el candidato-, de desvincularse de personajes de dudosa reputación.

Oscar Mario Hinojosa, como buen (mal) policía que es, no da brinco sin huarache y ya debe estar pensando que las buenas relaciones de su cuñado con el futuro (posible) gobernador, le alcanzarán para llegar a la fiscalía del estado o mínimo para repetir como jefe de la policia ministerial.

Con ayudas como las que le ofrecen los Cantú Rosas al candidato, pareciera que el doctor está contratado para perder y que si acaso gana, será en contra de su voluntad.