La constancia, la persistencia, o si lo quiere usted: la terquedad, es una de las características de la ex presidenta municipal de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez.
La señora se aplica con insistencia en los temas que le interesan, eso hay que reconocerle, al margen de considerar eso de aferrarse a un propósito, como defecto o cualidad.
Lo digo por el fallo de las autoridades ordenando al Tribunal Electoral de Tamaulipas, a reponer su procedimiento que los llevó a desestimar algunos de los puntos contenidos en el recurso interpuesto por la ex presidenta de Reynosa, en el asunto de la elección del candidato de morena al gobierno de Tamaulipas.
Haciendo memoria les puedo decir que ya en dos oportunidades la doctora (Maki) logró revertir una decisión desfavorable a sus intereses y deseos, consiguiendo en el límite de los tiempos legales, un fallo favorable.
Al concluir su primer periodo en el que presidió el Ayuntamiento de Reynosa, el dueño del PAN en Tamaulipas ya había determinado que fuera su compadre, Chuma Moreno, quien saliera a pedir el voto para que la bandera panista siguiera ondeando en el palacio municipal. Maki usó los argumentos suficientes y necesarios, entre los que se incluyeron diversas encuestas, para quedarse con la candidatura y la oportunidad de extender a un lustro su chamba de alcaldesa.
Fuera de los tiempos señalados por la convocatoria para la elección del candidato a presidente municipal por morena, el hijo de la doctora Maki, mostró los argumentos que convencieron a (¿?), – el dueño de morena, para decirlo al parejo que los panistas- y así es como el heredero de la ex presidenta logró transmitir el gobierno a su hijo.
No es grilla de mi parte ni ánimo de amarrar navajas entre los facultativos que disputan, en los tribunales electorales, la posibilidad de ser los sucesores de Francisco N, teniendo el reto previo de ser el candidato de morena.
No afirmó que el doctor verá frustrada la oportunidad de ser el candidato y que finalmente lo será la doctora. Solo digo que como en el béisbol, esto no se acaba, hasta que se acaba y que Maki Ortiz no es de las que desisten fácilmente.