CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace 12 años, María Ángeles Durán, de 49 años, consiguió adueñarse del Sol mediante un acta notarial. Después, quiso venderlo por parcelas en eBay, pero nadie compró, por lo que, desde noviembre de 2021 busca cobrar a la humanidad un impuesto de uso, sobre todo a quienes se beneficien de la producción de energía solar.
Su “plan de negocios” está basado en una laguna legal en un Tratado del Espacio Exterior del año 1967 que impide a los gobiernos, no a los individuos, reclamar la propiedad de cuerpos celestes.
Esta es la base de su reclamo y, de lograrlo, dijo, distribuirá así sus ganancias: 50% al gobierno español, 20% al fondo de pensiones del país, 10% a la investigación, otro 10% para acabar con el hambre en el mundo y 10% más se lo quedaría ella.
“Conozco la ley y respaldé mi reclamo legalmente. Lo hice, pero cualquiera pudo haberlo hecho. Simplemente, a mí se me ocurrió primero. Cuando tienes una propiedad, tiene sentido hacer uso de ella. Las empresas eléctricas se benefician de los ríos, que son de todos, así que espero aprovechar el sol”, comentó Durán.
Con lo que no contó la española fue que, después de anunciar sus intenciones en medios de comunicación locales, una persona anónima la demandó por su presunta responsabilidad del daño que causan los rayos ultravioletas en la piel.
En 2010, la psicóloga y abogada de oficio española consiguió un acta notarial que la reconoce como dueña del Sol. En un fragmento del documento se señaló: “Propietaria del Sol, estrella tipo espectral G2, que se encuentra en el centro del Sistema Solar, situada a una distancia media de la Tierra de aproximadamente 149 millones 600 mil kilómetros”.
En 2013, Durán se volvió popular cuando intentó vender el astro por parcelas en eBay, pero como nadie le compró nada, el portal de internet eliminó la publicación.
La española reaccionó demandando al portal de internet por 10 mil euros, bajo el argumento de impedirle vender su producto en esta plataforma. eBay sostuvo que el producto era intangible, por lo que incumplía con su política de ventas. Durán perdió la demanda.
Pero esta no es la primera vez que la mujer, originaria de Vigo, España, tiene pleitos judiciales con grandes empresas.
En 2008 presentó al Registro General de la Propiedad Intelectual (RGPI) una transcripción de las notas musicales del mundialmente conocido “Grito de Tarzán”, como “La Llamada”, y la inscribió a su nombre.
En septiembre de ese año, se inscribió en la Sociedad General de Autores de España (SGAE), pero como no recibió regalías por las descargas del alarido en teléfonos móviles y otros productos audiovisuales, en diciembre de 2010 se dio de baja y en junio de 2012 demandó a la SGAE una indemnización de entre 100 y 200 mil euros por concepto de canon por el uso del alarido del rey de la selva.
Su argumento fue que, como propietaria intelectual de una partitura similar al famoso grito de Johnny Weissmuller (1904-1984), quien fue el sexto actor que encarnó a Tarzán, con el que protagonizó 12 películas, tenía derecho a cobrar por su uso como politono en los teléfonos móviles y otros productos audiovisuales.
Durán presentó la demanda en el juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, donde se fijó el 6 de febrero de 2013 como fecha para celebrar una vista preliminar de su demanda, que rechazó la petición de la mujer para que la SGAE le depositara más de 100 mil euros mientras duraba el proceso judicial.
La SGAE argumentó que nunca reconoció a Durán como autora del alarido, por lo que le negó la musicalidad de la obra y desmintió haber cobrado por el famoso alarido.
En noviembre de ese 2013, el mismo juez desestimó la demanda porque Durán “no es autora de una obra susceptible de protección”.
La española también dijo ser propietaria de la partitura más grande del mundo, con 24 mil millones de compases y que, como propietaria del Sol, en septiembre de este año demandará a la empresa Iberdrola por sus prácticas comerciales en materia eléctrica.