La erupción tuvo lugar aproximadamente a las 14:30 hora local (07:30 GMT). Las autoridades locales han establecido una zona restringida a 5 km del cráter.
Los testigos dijeron que las aldeas cercanas estaban cubiertas de escombros y de un humo espeso que las dejó en una oscuridad total.
Dos personas están desaparecidas y se busca a ocho más en Curah Kerobokan, un pueblo muy afectado en el que más de 300 familias vieron destruidas sus casas por la lava y la ceniza, según las autoridades.
Los rescatistas se movilizaron para evacuar a los vecinos ante el avance la lava. En algunas zonas, experimentan dificultades para avanzar, debido a la densidad de los escombros y la lava fría que llega hasta las rodillas. Estos obstáculos dificultan los esfuerzos para encontrar los desaparecidos y evacuar ocho personas bloqueadas en un inmueble cubierto de lodo.
Este volcán se mantenía en el segundo nivel más alto de alerta desde la gran erupción que se produjo en diciembre de 2020, que obligó a huir a miles de personas.